Las claves para conseguirlo han sido mezclar piezas propias del estilo escandinavo con otras más contemporáneas, de líneas rectas y abusar bastante menos del blanco, cambiándolo por una paleta de colores como el negro, el gris o los tostados, que han combinado con toque de tonalidades neón.
imágenes via: planete deco
FELIZ DÍA!!:D