Un buen amigo mío, escultor y artesano en general (de verdad, le pega a todo) me pidió un día que le diseñara una figura para colocarla encima de un expositor de cómics. Hecho a pincel y rotulador sobre lápiz. Aquí os lo dejo, espero que lo disfruteis.
La figura, que ya la deje caer en aquella entrada anterior en la que os comentaba como el maestro Del Toro, está basada en unos seres que andurrean de maneras muy desagradables por un proyecto en el que me hallo inmerso en estos momentos.