Disfrutando del Norte de Tailandia

Como ya os dije en el post anterior, el Norte de Tailandia me impresionó muchísimo. Sobre todo, porque apenas había oído hablar de provincias como Chiang Mai o Chiang Rai, y no sabía muy bien lo que me iba a encontrar. Algo a destacar, es que en todo el país en general son súper religiosos, monárquicos y muy, muy amables y serviciales, sobre todo en el Norte.
Llegamos en avión desde Bangkok, al aeropuerto de Chiang Mai, que da nombre a una provincia y a una ciudad.Lo primero que sorprende de Chiang Mai, es que la gente es mucho más sonriente, relajada, y amable que en Bangkok. Además de ser una ciudad mucho más pequeña, limpia y fácil. Es una ciudad amurallada, y en mi opinión, es mejor alojarse dentro de los muros de la ciudad, porque hay más vidilla. 

Sin saber donde íbamos a dormir, nuestra elección fue la Guest House JONADA, (soi 2Ratwiti), la recomendaban en la Lonely Planet, y después de echar un vistazo a las habitaciones, (imprescindible siempre), decidimos que por 5€ por persona y noche, (habéis leído bien), estaba fenomenal. 

Justo al lado de la guest house, hay un restaurante sin nombre, que es maravilloso. Baratísimo, como todo allí, pero además encantador, con velitas, manteles de colores, y una comida típica exquisita.
Para empezar, patear la ciudad, templos y monumentos
En cada esquina hay un Wat, (templo), algunos preciosos, otros no tanto, y empiezas a ver grupos de monjes budistas con sus "vestimentas" naranjas. En la guía os ponen varias rutas, si no, en el hostal cogéis un mapa, y lo tenéis facilísimo. El Wat Prah Singh, creo que es el mejor, pero también el Wat Phan Tao o el Wat Chedi Luang. Os dejo unas imágenes de los que más me gustaron.


Imprescindible: Subir al Parque Nacional del Doi Su Thep
Para subir, lo mejor es coger alguna de las camionetas rojas, que hacen las veces de autobuses, y están por todas las esquinas. Han montado mucho turisteo alrededor de los 306 escalones que hay para subir al templo, desde donde te deja el bus. Hay puestecitos con souvenirs, unas niñas pequeñas que a las pobres las visten con el traje típico para que te hagas fotos con ellas, (pagando). Pero obviando eso, el templo es impresionante, el conjunto arquitectónico es una pasada. No os lo podéis perder.



¡¡AL MERCADO, AL MERCADO!!
Recorrer algunos mercados locales, para conocer la auténtica comida de la zona es también obligatorio. Desde esa primera visita matutina a un mercado, decidimos ir a desayunar allí todos los días, unos zumos de fruta naturales, por medio euro, ¡¡que te daban energía para todo el día!! Además, tenían como puestos en los que te sentabas alrededor y te pedías cereales con frutas y yogur, chocolate, dulces de plátano frito, (impresionantes), y conocías a gente de todas partes.


 Las bolsitas de fruta fresca de las que os hablé, no puede haber mejor tentempié que ese, y por 10baths, que son unos 25 céntimos!
A cada paso os encontráis un mercado de comida, si no, preguntad en vuestro alojamiento, cuál es el que os queda más cerca.
El Bazar Nocturno, es muy conocido y concurrido. Lo forman varias calles, y edificios, el que más me gusta es el KALARE  Night Bazaar que tiene prendas, menaje, telas, bolsos, cosas de papelería, todo de calidad, y en la parte de atrás, la zona de restauración con puestos variados de comida muy rica. Consejo: cuidadito con el picante, cuando ellos te dicen, bah, pica sólo un poquito, es que te van a arder las entrañas, ¡creedme!

Y si hablamos de mercados, os recomiendo que intentéis estar allí el sábado. Ese día por la tarde, tiene lugar el Saturday Walking street, y es algo maravilloso, docenas de puestos con cosas, tanto de comer, como para comprar o simplemente observar, un monton de artistas callejeros, todo con un ambientazo y baratísimo. Dicen que el que se celebra el domingo, (Sunday Walking street) es el más concurrido, pero el del sábado es mucho mejor.
 

Es un lugar magnífico para pasar la tarde, observando a los artesanos locales, mientras realizan sus objetos, venden, cocinan o simplemente están, pasando el sábado de una forma diferente.


WAT U MONG, si nunca habéis estado en un templo en el bosque, es muy buena opción. Cogimos un tuk tuk en el centro de Chiang Mai, que nos esperó mientras lo veíamos y luego nos llevó de vuelta.
Está como excavado en la roca, y el Budha en cuestión, (cada templo tiene uno), está dentro de esa roca, llena de pasadizos y recovecos. Es diferente y único, y rodeado de mucho verde y un estanque. Típico sitio como muy zen.

No dejéis de...
Hacer un curso exprés de COCINA THAI
Son toda una experiencia, empiezas yendo al mercado local a por los ingredientes, con tu cestito y todo, y después te juntas en una escuela de cocina dónde te enseñan cómo preparar platos como pad thai, rollitos, ensalada de papaya, masaman etc... Y luego te puedes llevar o comer lo que has hecho, por supuesto. Un par de sitios: Chiang Mai Thai Cookery School, o Baan Thai.

Ir a un combate de MUAY THAI, el arte marcial tailandés por excelencia. Yo iba un poco reacia, más que por mí, iba por mi chico, y por grabárselo a mi hermano, que lo practica y le apasiona. Bueno, pues me lo pasé genial, no sabéis que ambientazo, y qué divertido. Es todo una arte, con la ropa que usan, la música que ponen, la especie de danza que bailan y que envuelve la pelea. Probablemente el consumo de la cerveza local, "Chang" ayudó bastante con mi entusiasmo...

Alquilar una moto y recorrer la ciudad y los alrededores. Te alquilan una moto pequeñita más los dos cascos, por unos 3€ al día. Es toda una aventura, ya os dije que conducen fatal, y encima por la izquierda, pero es súper divertido. Yo me reí muchísimo. Y lo de ir a una gasolinera con todo escrito en tailandés, sin saber lo que te están poniendo, ni a cuanto está el litro, ¡¡toda una odisea!!

Subir al embalse de HUAY TEUNG THAO
Nosotros subimos con la moto, está a unos 12 kilómetros y bastante bien indicado. Es un lugar nada frecuentado por turistas, donde van los locales a relajarse, darse un baño, comer un buen pescado a la sal, o simplemente pasar el rato. Es un embalse enorme, en cuyas orillas hay decenas de casetas de bambú, donde te sientas a la sombrita, o al sol, según te apetezca, y te pides unas tapas para comer, mientras miras el agua o lees un libro. Un remanso de paz.



EXCURSIONES
Desde Chiang Mai se puede ir a muchos sitios, y en todas las guest house y agencias, te venden un montón de excursiones.Yo estuve hablando con gente que ha vivido en la zona tiempo, y decidí NO HACER excursiones a ver Mujeres Jirafa, porque la mayoría son refugiadas birmanas a las que explotan, ni a ver Tigres a templos, porque en cuanto se va el público, les tratan bastante mal. No quise contribuír a ningún tipo de explotación. Pero este es mi blog, y por lo tanto mi opinión más subjetiva.
Merece la pena hacer una excursión a... La Selva, a ver elefantes, (si están en libertad), hacer rafting, probar las balsas esas de cañas de bambú, que no te puedes reír más, ver cataratas etc... Pasamos un día súper, súper divertido, muy de aventura, muchas risas, al día siguiente agujetas tremendas, pero mereció la pena un montón.





CHIANG RAI
Varias cosas me gustaron de este agotador y larguísimo día. La que más, que conocimos a tres personas maravillosas, de esas de "me las quedo para siempre", Fernando, Toni y Tomeu. Lo que nos pudimos reír por favor...
Lo segundo, conocer el TEMPLO BLANCO, uno de los monumentos más surrealistas y preciosos que he visto en mi vida.


El mini crucero por el Mekong, donde se encuentra el famoso triangulo de Oro, (bastante turistada el monumento en sí, no paramos), y el pasar a Laos y a Birmania por un ratito.

La visita a un poblado auténtico, (por fin) del norte de Tailandia, ver a los locales en sus casas y en sus tareas diarias, estar mil horas interrogando junto con Toni al guía, para que nos diera todo tipo de información de lo que hacen, comen, trabajan etc...

Mi impresión
Me entusiasmó Chiang Mai y sus alrededores. Me fuí con esa sensación de que me podría quedar allí una larga temporada. Se nos hizo corto, queríamos repetir todos los sitios a los que íbamos, la gente es tremendamente amable y sonriente, hay un ambiente maravilloso, de día y de noche. Los colores y olores de los mercados y los templos. El respeto y veneración de la gente ante la grandiosidad del Doi Su Thep, bueno, y ante cada templo en realidad. El verde de las selvas, bosques y parques que abundan por toda la provincia. Los animales que te encuentras allí.La seguridad y esa sensación, no sé, de fraternidad que se respira. Toda la gente que fuimos conociendo. La comida típica, ¿cómo se puede comer tan bueno y tan barato cada día?. El Walking Saturday Street y la cerveza Chang con buena música y mejor compañía...
Ya os di CONSEJOS en el post anterior de Tailandia, (aquí), pero alguno extra para el norte:ROPA: Depende de la época del año, está claro, pero cuanto más al norte más fresco. Nos vale lo que nos ponemos en Bangkok, pero hay que añadir: Chubasquero, zapatillas cerradas decentes, si tenéis de senderismo, mejor que mejor, y un jersey. O bueno, ahora que se llevan tanto y las hay tan monas, una sudadera.
 Chubasquero plegable de Decathlon
Zapatillas de Skechers
El foulard que os sirve para taparos el escote en los templos, os vale para cubrir la garganta aquí.El día de la selva, pasé mucho frío subiendo, porque las camionetas esas rojas que te llevan a todas partes, son medio abiertas, ¡¡en plan safari!!Para el "día de aventura", rafting o lo que sea, llevad una mochila con ropa de cambio y una toalla, sí, o sí, te mojas, más bien te empapas. Yo por suerte llevaba, pero recuerdo una chica australiana que se tuvo que improvisar una falda con un jersey y una camiseta con un pañuelo...
COMPRAS: Si no venís con la maleta llena de los mercados de Bangkok, comprad aquí, hay cosas muy especiales que no se encuentran en ningún otro sitio. Otras cosas se repiten por todo el país, pero en las islas, es todo más caro.
Y de momento esto es todo, en el próximo post, llegamos a las playas del sur.¡¡Hasta Pronto!!