Ya se han celebrado las
elecciones en Andalucía, con el resultado que todos conocéis. Y aquí, en esta
tierra, seguimos hablando de lo mismo, de corrupción y “malas artes” por parte
de los rectores de la Junta de Andalucía.
Ya quedó patente en los debates electorales la confusión que quieren hacernos ver los socialistas, dando a entender que la Junta de Andalucía y el PSOE de Andalucía son la misma cosa, un solo ente. Ahí quedan los enfados de Doña Susana, “la camorrista”, cuando consideraba los ataques hacia su persona o hacia su partido como ataques a Andalucía, olvidando que Andalucía es de todos, al igual que la mismísima administración andaluza.
Y es algo que también
queda patente en los actos y en las actitudes de muchos de los dirigentes
socialistas. Ayer hablábamos y decíamos en Desde el Caballo de las Tendillas
que en la Junta de Andalucía vale todo, y ayer mismo se conocía
una carta que remitía la Delegada en Córdoba de la
Consejería de Educación, Cultura y Deporte, Manuela Gómez Camacho, a personal
de su delegación, en la que les daba las gracias por el trabajo desarrollado
durante la pasada campaña electoral a todas las personas que componen la
delegación, “por su esfuerzo, profesionalidad e implicación en esta noble
tarea”. Una más de la Junta.
Y ayer también comentaba en Twitter sobre un tal Alberto Mayoral, responsable del Instituto de la Juventud en Córdoba, que en su perfil de esta red social dice: “Coordinador del @IAJuventud de la Junta de Andalucía en Córdoba (@PSOE)”. Poco más hay que decir.
Y lo más triste de todo
es que no pasa nada, que los dirigentes socialistas de Andalucía ven normal y
fomentan esta confusión. Y mientras tanto los ciudadanos lo permitimos y muchos
los siguen votando. Pues nada, disfruten lo votado.
