Los problemas de aprendizaje constituyen un grupo heterogéneo de trastornos en los que los niños tienen menos capacidad para el procesamiento de la información (tanto de "entrada como de salida"). Sus causas son son multifactoriales reflejando las influencias genéticas y la disfunción del sistema nervioso. La discapacidad en la lectura, dislexia, es la más común de las dificultades en el aprendizaje.
Acaba de aparecer un informe de la Academia Americana de Pediatría titulado Learning Disabilities, Dyslexia, and Vision; en él muestra que gracias a los avances en la técnica de imágenes y la investigación científica, ahora sabemos mucho más acerca de los problemas de aprendizaje, la dislexia y el papel de los problemas de visión. En esta declaración conjunta entre la American Academy of Pediatrics, Section on Ophthalmology and Council on Children with Disabilities, American Academy of Ophthalmology, American Association for Pediatric Ophthalmology and Strabismus, y la American Association of Certified Orthoptistsel Council on Children with Disabilities y la American Academy of Ophthalmology resume lo que actualmente se conoce acerca de los problemas visuales y la dislexia.
La declaración también repasa los tratamientos recomendables y los que no lo son en el diagnóstico y tratamiento de los problemas de visión, discapacidades para el aprendizaje y la dislexia. Los ojos desempeñan una función importante en el envío de señales visuales al cerebro; además, mucha información que se comunica en la escuela se presenta visualmente. Por esas razones, es importante cerciorarse de que el niño es capaz de ver correctamente. El pediatra y en las escuelas se hacen exámenes de la vista de forma periódica y en caso de duda se remite a un oftalmólogo con experiencia en niños.Sin embargo, según este informe, los problemas de visión no son la causa de la dislexia o las discapacidades para el aprendizaje.
Debido a que los problemas de visión no causan dislexia o dificultades para el aprendizaje, el informe es muy estricto en un punto. No hay evidencia científica de que el “entrenamiento” visual, los ejercicios con la musculatura ocular, los ejercicios oculares de búsqueda y seguimiento, la terapia combinada de comportamiento / visión perceptiva, las lentes o cristales de “entrenamiento” y/o de colores, los prismas, y los filtros polarizados sean efectivos directa o indirectamente en el tratamiento de los trastornos del aprendizaje. Llegan a afirmar que los que hacen estas terapias no mejoran más que los que no lo hacen. Demoledor.
En España, hay numerosos centros de terapias alternativas visuales, de optometristas "comportamentales" o "del desarrollo" que tratan trastornos visuo-cognitivos y del desarrollo. Para ello se ha formado la asociación SIODEC que reunirá a los que están especializados en esta modalidad. Sin embargo, visto lo que describe el informe publicado en Pediatrics vayan con cuidado, son terapias caras y no demostradas.