No es ningún secreto que los casos de sobrepeso, obesidad y diabetes se disparan en las últimas décadas, así como un incremento en los diagnósticos de cánceres hormonodependientes como pueden ser el de mama, endometrio, ovario, testículo, próstata y tiroides. Los disruptores endocrinos están en el punto de mira de las últimas investigaciones como uno de los responsables más probables.
Desde hace algunos años los casos de mujeres con SOP (síndrome de ovario poliquístico) también se han incrementado, apareciendo cada vez en edades más tempranas y siendo el trastorno endocrino más común con una prevalencia del 8 – 15%. Aunque aún se desconoce su origen con exactitud, es altamente probable que se deba tanto a factores genéticos como ambientales contribuyendo de forma sinérgica, como veremos más adelante.
Disruptores endocrinos: qué son y cómo nos afectan
Los disruptores endocrinos (EDCs) o neuroendocrinos son sustancias químicas con efectos hormonales en casi todos los seres vivos. Inicialmente se pensaba que sus efectos eran únicamente estrogénicos actuando sobre el sistema reproductor, pero hoy sabemos que afectan a todo tipo de hormonas.
- Sexuales: estrógenos, andrógenos y progestagenos
- Tiroideas:
- Corticoideas
- Hipotalámicas
- Hipofisarias
- Receptores de neurotransmisores: como la serotonina, noradrenalina, dopamina
Existen más de 100.000 químicos creados por el hombre y son usados en productos que usamos a diario como alimentos y cosméticos, y la mayoría de ellos no han sido evaluados.
Consecuencias del contacto continuado con disruptores endocrinos
- Según un informe de la OMS, en trabajadores expuestos a pesticidas han sido relacionados con casos de cáncer de mama, cáncer de próstata, cáncer de tiroides, reducción de fertilidad en hombres y déficit de atención en niños de embarazadas trabajadoras.
- Disminución en la fertilidad tanto en hombres como en mujeres
- Malformaciones congénitas, especialmente sexuales
- Los contaminantes más comunes como los PCBs o bifenilos policlorados (polychlorinated biphenyls), como retardantes bromados, ftalatos, bisfenol A y las sustancias perfluoradas se han asociado a niveles disminuidos de hormonas tiroideas en humanos.
- Los disruptores endocrinos son considerados como sospechosos de ser responsables directos de aumento de cánceres hormonodependientes, adelanto de la pubertad, Endometriosis y fibromas uterinos (miomas), sindrome de ovario poliquisticos (SOP), obesidad, diabetes, síndrome metabólico y enfermedad de Alzheimer.
- Existe además una estrecha conexión con trastornos autoinmunes. Los EDCs pueden ser potencialmente responsables de enfermedades como como el asma, las alergias, las enfermedades tiroideas autoinmunes (Hashimoto), endometriosis, trastornos de los huesos y cánceres del sistema inmunitario.
Dónde encontramos los disruptores endocrinos
En el año 2013, la OMS publicó un interesante documento, actualización del anterior publicado en 2002 titulado “El estado de la ciencia sobre Disruptores Endocrinos” que puedes descargar haciendo clic AQUÍ. El número de sustancias disruptoras ha aumentado considerablemente en esta nueva versión.
Los más importantes los encontramos en:
- Pesticidas: atrazina y vinclozolin (prohibidos actualmente en Europa), proclozar, mancozeb y carbendazin entre otros. Insecticidas de uso doméstico o biocidas como los organofosforados diclorvos, diazinon, dimetoato, los piretroides sintéticos (confirmados bifentrina, cihalotrina, deltametrina, resmetrina y como posibles la bioaletrina, cipermetrina, fenothrin, fenvalerato, fluvalinato, y permetrina)
- Cosméticos, cremas, perfumes, desodorantes, productos para el pelo, geles, champús, pasta de dientes: parabenos, fragancias como galaxolide, solventes en desodorantes y productos para el pelo como los cyclic-methyl-siloxanos (cyclomethicone), bactericidas (triclosan). Las cremas solares pueden llevar entre sus filtros químicos varias sustancias, podéis consultar más información sobre filtros solares tóxicos y seguros en esta otra entrada. Elige siempre que puedas productos con certificados ecológicos.
- Plásticos
-Ftalatos: utilizados para aportar flexibilidad a los plásticos, y los encontramos en el PVC (Policloruro de vinilo) de films para envolver alimentos, coches, material médico, juguetes o tetinas de biberón, ciertos utensilios de cocina, en algunas siliconas. También puedes encontrarlos en algunas lacas de uñas, barnices, lubricantes, repelentes insectos, adhesivos, celulosa, caucho, tintas de impresión, fijadores de perfumes, cosméticos, jabones.
-Bisfenol A (BPA): Este es sin duda el mayor disruptor endocrino por excelencia. Lo encontramos en recubrimiento interno de latas, recipientes y envases de comida plastificados, recipientes de plástico y biberones de policarbonato y otros plásticos, en CDs y DVDs, envases recubiertos de resinas epoxi, recibos de impresión térmica de supermecados, datafonos y cajeros. La Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Francia (ANSES) publicó uno de los informes más alarmantes respecto al BPA. Desde el 10 de octubre de 2013 está prohibido en Francia.
- Restos de anabolizantes, restos de medicamentos como anticonceptivos, inductores de la ovulación en tratamientos de fertilidad o antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina, en especial la fluoxetina.
- Los famosos Metales pesados como el plomo, arsénico, mercurio o cadmio, que además ser tóxicos, actúan también como disruptores endocrinos. Estos están muy presentes en algunos pescados. Estudios científicos han observado que el pez espada, los mejillones y los berberechos son las especies de pescado y marisco que acumulan una mayor cantidad de metales tóxicos, como mercurio y plomo. El bacalao y la panga parecen ser los más seguros. AQUÍ tenéis un gráfico interesante sobre los metales tóxicos en los diferentes pescados y mariscos.
- Alquitenoles/nonilfenoles: presentes en los detergentes de la ropa.
- Sustancias perfluororadas: en algunos anti adherentes de sartenes, como el el PFOA.
Disruptores y SOP, ¿relacionado?
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un trastorno heterogéneo, que es probable que incluya componentes genéticos y ambientales que contribuyen sinérgicamente a su expresión fenotípica. Los disruptores endocrinos (EDCs) y, en particular el bisfenol A (BPA), representan un grupo de contaminantes generalizados intensamente investigados como posibles contribuyentes ambientales para la patología del SOP. Se han observado concentraciones elevadas de BPA en adolescentes y mujeres con SOP adultas en comparación con personas reproductivamente sanas y se correlacionan positivamente con hiperandrogenemia, lo que implica un posible papel de la química en el SOP, aunque todavía no se puede establecer una interferencia causal.
Es muy probable que la exposición constante a disruptores endocrinos podría alterar permanentemente la regulación neuroendocrina, reproductiva y metabólica que favorece el desarrollo del síndrome de ovario poliquístico en mujeres genéticamente predispuestas o podría acelerar y/o exacerbar el curso natural del síndrome.
Recientemente en estudios con modelos animales, la exposición al BPA durante el período perinatal altera drásticamente la función reproductiva en las mujeres, a menudo en dosis similares a los niveles típicos de exposición humana. La exposición al BPA también parece tener propiedades obesogénicas, lo que altera la actividad metabólica normal haciéndonos más propensas al sobrepeso. podría además interferir con alteraciones metabólicas como la resistencia a la insulina e hiperinsulinemia pudiendo exacerbar el fenotipo SOP y contribuir a consecuencias como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Ciertamente, aún nos falta información al respecto y más estudios pero, todo apunta a que los disruptores endocrinos definitivamente no hacen ningún bien al SOP. ¿Podemos prevenirlo? Vamos a ver algunos consejos para evitar la exposición.
Cómo reducir la cantidad de Disruptores Endocrinos a las que nos exponemos
1. Utilizar envases y tapers de cristal o cerámica evitando en la medida de lo posible los fabricados en plástico. Puedes identificarlos con las siglas 3 (PVC), 6 (PS) y 7 (PC)
2. Los plásticos más seguros sonn 1 (PET) y 2 (HDPE).
3. Para tus hijos utiliza sólo biberones, tetinas y chupetes que especifiquen libres de Bisfenol A.4. Evitar en la medida de lo posible consumir latas de refrescos o conservas.
5. Procura que tus productos de higiene y cosmética estén libres de disruptores como los parabenos.
6. MUY IMPORTANTE: procura consumir alimentos de agricultura y ganadería ecológica siempre que te sea posible. De esta manera reduciremos la exposición a pesticidas. Si no te es posible acceder a productos de origen animal de pasto, evita las partes grasas que es donde se acumulan la mayor parte de disruptores endocrinos.
Sabemos que evitar al 100% la exposición a disruptores es hoy en día prácticamente imposible, pero en tus manos está la decisión de reducirla al máximo dentro de tus posibilidades.
Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25242113
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27559705
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/27342273
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26825073
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15860277