Normalmente los dolores agudos responden a los analgésicos. Desde una aspirina hasta los potentes narcóticos administrados para los períodos postoperatorios y tratamientos del cáncer.
Algunos dolores responden bien a tratamientos con antidepresivos o antiinflamatorios.
Empleo de narcóticos
- Los narcóticos se usan para el alivio del dolor crónico. Aunque puede tener efectos secundarios, no suelen provocar adiccion.
- Con el fin de evitar un uso indebido requieren un control estricto.
- Son más efectivos administrados a intervalos regulares y no solamente cuando se intensifica el dolor.
Alivio ocasional
- Las inyecciones de anestesia local o una intervencion médica bloquean las señales de dolor de una determinada zona. Esto aporta cierto alivio al dolor crónico.
- Otras alternativas incluyen los masajes, la aplicación de hielo o calor y terapias físicas.
Prevenir la hipersensibilización
- En dolores muy agudos, los tratamientos agresivos administrados con prontitud previenen casos de hipersensibilización de los nervios y posterior dolor crónico.
Las técnicas de relajación
- Orientadas a relajar y dispersar los patrones negativos de la mente y del cuerpo pueden ser de utilidad.
- Las técnicas de relajación han dado buenos resultados en tratamientos de dolor crónico de espalda y de cabeza.
- Está demostrado que el empleo de la relajación puede reducir los efectos de la migraña hasta en un cuarenta y cinco por ciento, sobre todo en personas que padecen dolores debidos a la tensión.
El entrenamiento de biofeedback
- Trata la relajación mediante sensores que devuelven una respuesta a la tensión muscular o a la temperatura de la piel. Se basa en la autorregulación del cuerpo.