Es obvio que el resumen hecho por el autor, al tratarse de un libro que intenta condensar toda la historia en poco mas de 800 paginas, puede pecar de innumerables omisiones de datos, de exceso de brevedad en las descripciones de lo sucedido, y de ser muy conciso. Como he dicho antes, este no es un libro sobre la caída del Imperio Romano de Occidente, es un intento de mostrar unas cuantas pinceladas de las más importantes causas que llevaron a la Roma clásica a desaparecer.
Llaman especialmente la atención las razones sociales que aduce el historiador. Mientras se leen no se puede evitar hacer una analogía con nuestra sociedad actual:
[...]El Imperio romano tardío se dedicó a la búsqueda del poder. La riqueza y el éxito terrenal. Pasó mucho tiempo sin que nadie prestara atención a las advertencias de hombres como Catón el Censor que vivió en una república basada en una virtud moral que parecía totalmente irreal a ojos de los romanos modernos. Estos modernos. en general. vivían mas lujosamente que ningún otro pueblo antes que ellos. Disfrutaban de todo lo que el mundo podía ofrecerles y prestaban poca atención a las exigencias del cristianismo, por mucho que fuera la religión oficial del Estado.[...]
[...]Los romanos del siglo IV estaban obsesionados con la salud, la dieta y el ejercicio. Pasaban más tiempo en baños y clubes de salud que en las iglesias, los templos. Las bibliotecas o los tribunales. Eran fanáticos del consumo. Un hombre podía forjarse una reputación simplemente gastando más que su vecino. Incluso si para hacerlo tenía que endeudarse. Y si luego jamas pagaba a sus acreedores. se le honraba igualmente por haber intentado dejar una bella estampa en el mundo. Les encantaban los viajes, las noticias y los espectáculos. Todas las grandes producciones culturales de los últimos años de Roma. desde libros a grandes extravagancias en teatros y circos que ocupaban un lugar privilegiado en cualquier ciudad o pueblo romano trataban sobre divertidas historias de gentes lejanas y sobre una paz y una felicidad imaginarias que no existían en la vida real. A los romanos les fascinaba la fama y no les importaba como se hubiera adquirido. Si eras lo suficientemente famoso. el hecho de que fueras un granuja o algo peor se perdonaba o se olvidaba.
Lo que más les importaba a los romanos era el éxito. que ellos interpretaban como ser el primer hoy y no preocuparse de lo que pudiera pasar mañana. Eran orgullosos. avariciosos y vanos.[...]
Imperio romano en su máxima expansión
¿Se repetirá la historia?Fuente: Breve historia del saber, Marck Van Doren pag 172 - 173