Los termómetros digitales suelen medir la temperatura de manera más rápida y precisa. Vienen en muchos tamaños y formas, y están disponibles en la mayoría de los supermercados y farmacias, a varios precios. Aunque debería leer las instrucciones del fabricante a fin de determinar los métodos para los que está diseñado el termómetro, muchos termómetros digitales se usan para las siguientes modalidades de medición de temperatura:
oral (en la boca)
rectal (en el recto)
axilar (bajo el brazo)
Los termómetros digitales suelen tener una sonda flexible de plástico con un sensor de temperatura en un extremo y un indicador digital fácil de leer en el otro.
Los termómetros electrónicos de oído miden la temperatura timpánica: la temperatura en el interior del conducto auditivo. Aunque son rápidos, precisos y fáciles de usar en niños mayores, los termómetros electrónicos de oído no resultan tan exactos como los digitales cuando se usan en bebés de menos de 3 meses, y son más caros.
Los termómetros de tira plástica (pequeñas tiras plásticas que se adhieren sobre la frente del niño) pueden indicar si su hijo tiene fiebre, pero no son fiables a la hora de medir la temperatura exacta, sobre todo en bebés y niños muy pequeños. Si necesita saber la temperatura exacta de su hijo, los termómetros de tira plástica no son los adecuados.
Los termómetros para la frente también pueden indicar si su hijo tiene fiebre, pero no son tan precisos como los digitales que toman la temperatura oral o rectal.
Los termómetros para chupar pueden parecer apropiados, pero son menos fiables que cuando se toma la temperatura rectal y no deben utilizarse en bebés menores de 3 meses. Además, es necesario que el niño mantenga el termómetro en la boca durante varios minutos sin moverse, algo casi imposible para la mayoría de los bebés y niños pequeños.
Los termómetros de mercurio se usaban con frecuencia, pero la Academia Americana de Pediatría (AAP por su sigla en inglés) aconseja no utilizarlos por miedo a una posible exposición al mercurio, que es una toxina ambiental. (Si aún tiene un termómetro de mercurio, no lo tire a la basura porque el mercurio puede filtrarse. Pregunte al pediatra o al departamento de sanidad local cómo y dónde puede deshacerse de su termómetro de mercurio).
Como todos los padres saben, tomarle la temperatura a un niño que se retuerce puede suponer un desafío. Pero es uno de los instrumentos más importantes con los que cuentan los médicos para averiguar si su hijo está enfermo o tiene una infección. El método que usted elija para medir la temperatura de su hijo dependerá de la edad de éste y de si su hijo está dispuesto a cooperar.
Si su hijo es menor de 3 meses, usted obtendrá datos más precisos si mide la temperatura rectal con un termómetro digital. Los termómetros electrónicos de oído no son recomendables para bebés menores de 3 meses porque sus conductos auditivos suelen ser demasiado pequeños.
Si su hijo tiene entre 3 meses y 4 años, usted puede utilizar un termómetro digital para medir la temperatura rectal o un termómetro electrónico de oído para medir la temperatura en el interior del conducto auditivo. También podría utilizar un termómetro digital para medir la temperatura axilar, aunque este método es menos preciso.
Si su hijo tiene más de 4 años, usted puede utilizar un termómetro digital para medir la temperatura oral si su hijo coopera. Sin embargo, es posible que los niños que tosen con frecuencia o respiran por la boca porque tienen la nariz congestionada no sean capaces de mantener la boca cerrada el tiempo necesario para realizar una lectura oral exacta. En estos casos, puede usar el método timpánico (con un termómetro electrónico de oído) o el método axilar (con un termómetro digital).
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