Revista Opinión
Me he pasado el día pensando en todas las cosas que han dicho los políticos a lo largo de todos estos años de nuestra democracia, en los que han estado gobernando, porque lo que es sustancial en todo esto, es, precisamente, que nos han estado gobernando.
Cuando ahora, algunos políticos les entran las prisas de poner zancadillas, perdón, quiero decir, que se llaman por teléfono para decirse lo mucho que hay que cambiar en esta sociedad, no sé si se estarán dando cuenta, de que, en realidad, es para cambiar la forma de gobernar. Es como una especie de contra sentido.
Ya lo he dicho en otra ocasión, que se dejen de hacer encuestas ahora, para saber que votos tendrían las formaciones que han obtenido diputados si se repitieran las elecciones, al no conseguir ponerse de acuerdo con los dichosos pactos.
Si de entrada, ponen lineas de separación entre unas y otras formaciones para llegar a pactos o acuerdos de Gobierno, pues mal vamos. Sigo diciendo que, para pactar, hay que dialogar, y para dialogar hay que buscar la forma de ceder unos y otros, y encontrar los puntos de acuerdos necesarios para gobernarnos.
Ya se sabe que el español es 'ingobernable', bueno, eso se decía en la dictadura, y por eso fuimos gobernardos. Yo lo que creo es que, hay que dejar a un lado rabietas por colocaciones en el hemiciclo.
Lo sustancial es llegar a unos acuerdos para, insisto, gobernarnos, que de verdad, creo que en el fondo somos bastante gobernables, pues hemos tenido mucha paciencia con todo lo que nos ha pasado durante todos estos años de democracia.
Ya sé que algunos me dirán que nos han robado mucho, y es cierto, no lo podemos negar, pero hasta en eso, hay que ponerse de acuerdo para que no vuelva a ocurrir.
Quiero decir que hay tantas cosas que arreglar en nuestro país, que tenemos que decirles a todas las formaciones que componen nuestra cámara soberana, que queremos que nos gobiernen, pero bien gobernados, sin trampas, sin mentiras, y por supuesto sin robar, que eso está muy feo. Lo de robar, no es por nada, es que son nuestros dineros, los de todos los gobernados.
Dialoguen para el bien de todos, vayan al grano, y no distraigan separándonos de la realidad con otras actitudes, que saben, no merecen distracción.