Muchas veces nos encontramos con espacios que se presentan complicados de distribuir. Espacios con una distribución alargada, una doble altura, o sencillamente (y si no hay reforma de por medio) instalaciones que hacen si o si, que las cosas estén en un espacio. Por ello, muchas veces es que nos toca renunciar a gustos, a tendencias o sencillamente bajar y poner los pies en la tierra, y que por mucho que nos empeñemos o nos guste… 2 sofás, no entran en casa.
Hoy por esto mismo, me pareció perfecto mostrar esta casa, de nueva construcción, eso si, pero con una distribución alargada, de fachada estrecha (como se median en Amsterdam los poderes adquisitivos) pero con tal valor arquitectónico interior, que para nada echaremos de menos la anchura.
Un espacio practico, con unas vistas increíbles, pero que no restan importancia a detalles sorprendentes y únicos como ingeniosos.
Elementos como una barandilla de red, sillas con carcasas vintage, o las vistas privilegiadas de un baño pequeño que se hace majestuoso.
A mi sin duda, me parece la opción perfecta con la que recibir el fin de semana, y es que, irradia ese calorcito de verano que nos acecha a la vuelta de la esquina.
¿No creéis?