Un espacio único abierto que alberga la cocina, el salón y el comedor, con una distribución diáfana en L es fácil de dividir, la parte corta de la L para la cocina y la larga para las otras dos zonas.
La ventaja de las distribuciones diáfanas para las zonas comunes en los pisos pequeños es que aportan sobretodo luminosidad y amplitud. Imaginad la cocina de este piso de 76 m² si no estuviera abierta al comedor y estuviera cerrada con pared y puerta, solo podría estar iluminada por luz artificial, sería mucho menos agradable cocinar en ella y se reduciría el espacio.
En cuanto al mobiliario, el piso tiene las piezas justas, como bien manda el estilo nórdico moderno, práctico y en colores claros y blancos, con leves contrastes en textiles y accesorios.
Además de la bonita distribución, destacaría el suelo de madera de fresno en espiga, con ese acabado mate de tacto terciopelo, tan cálido y acogedor. ¡Feliz miércoles!
Vía: Historiskahem