Si hace diez años alguien me comentase cómo hoy Microsoft iba a apoyar a Linux no habría dado crédito pero hoy no cabe duda que Microsoft ha hecho cambios importantes en su filosofía de negocio y que más que nunca parece volcada en hacerse un hueco en el mundo del código abierto. A través de WSL (Windows Subsystem for Linux) es posible la integración del sistema con alguna de las distros más populares. De este modo no es preciso hacer una segunda instalación y podemos trabajar con uno u otro sistema sin reiniciar nuestro equipo.
Pero antes de continuar hay que comentar algo. No es que podamos disfrutar de una distribución Linux con todas sus ventajas y escritorio. Se trata de implementaciones de su terminal y no podemos ejecutar el sistema operativo completo con su interfaz. No todo iba a ser perfecto.
Antes de poder ejecutar estas distros es necesario tener al menos Windows 10 Fall Creators Update e ir a Powershell (ejecutada con permisos de administrador) y escribir la siguiente línea:
Enable-WindowsOptionalFeature -Online -FeatureName Microsoft-Windows-Subsystem-Linux
Después de unos segundos se activará la opción, y tendremos que reiniciar el ordenador. A partir de ahí, ya podremos ejecutar las distros. Para instalarlas tan sólo tenemos que ir a la Microsoft Store en Windows 10, y buscar el subsistema del sistema operativo que queramos instalar. Por ejemplo, si buscamos Ubuntu, le damos a Obtener, y nos descargará unos 220 MB de datos. El listado total de distros que actualmente están disponibles son:
- Debian GNU/Linux
- Kali Linux
- SLES (SUSE Linux Enterprise Server)
- OpenSUSE
- Ubuntu