La presentadora Patricia Conde conmovía a la audiencia de Masterchef al reconocer que ya no jugaba con su hijo pequeño, algo que quizás nos pasa a todos los padres más a menudo de lo que deberíamos. En una encuesta llevada a cabo por el Ayuntamiento de Barcelona, preguntaron a 4.000 niños y niñas de entre 10 y 12 años de la ciudad por las experiencias que más satisfacción les producía, una de las respuestas más significativas fue "pasar tiempo de calidad con la familia".
Por otro lado, un estudio publicado por la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) desvelaba que el 87% de los progenitores pensaba que a sus hijos les gustaría jugar más tiempo con ello s. Sin embargo, el 39% confesaba no dedicar tiempo alguno a jugar con los niños.
Los expertos describen al cerebro como un órgano social, que necesita de las relaciones con otros para desarrollarse, especialmente con aquellos con los que se tiene un vínculo significativo, como la madre, el padre o los cuidadores. Para ello es necesario, no sólo dedicar tiempo a los cuidados, sino también a conocerlos y entenderlos mejor a través del juego y acompañándolos en otras actividades:
El juego les ayuda a mostrar sus emociones y expresarlas mejor que en otro contexto y no hay mejor forma de demostrar que aprecias la compañía de alguien que pasando tiempo con esa persona. Compartir actividades y estar con sus padres hace que los niños se sepan queridos y que tengan más confianza en sí mismos.
Es obvio que entrar en su mundo no es sólo compartir tiempo con él. Implica jugar como lo hace él, dónde suele jugar y a su misma altura para ver el mundo de la misma forma que el niño. Esto ayuda a conectar con él y fortalecer ese vínculo.
El mismo estudio de la ARHOE también expone que casi el 80% de los progenitores tenía sentimientos negativos sobre esa falta de tiempo con sus hijos. Para paliar esta falta de atención, los fines de semana y periodos de vacaciones son la época perfecta, pero las navidades son las fechas ideales para compartir tiempo con ellos y disfrutar, padres e hijos, de esa compañía.
Integrar a los niños en los eventos familiares
A menudo en las fechas señaladas los adultos intentan evitar que los niños 'estorben', los mantienen alejados de la cocina. Sin embargo, lo más normal, es que los niños quieran participar en las actividades de ese día.
Para los niños pueden reservarse tareas sencillas y preparaciones de alimentos fáciles para que, en compañía de un familiar, puedan poner su granito de arena y sentirse también anfitrión. Quizás el resultado no sea perfecto y haya que limpiar un poco más al acabar, pero el proceso será de lo más especial y constructivo.
Convertir una conversación en un juego
Es frecuente, también, que una vez terminada la cena la familia se divida y los niños jueguen de forma independiente mientras los adultos encuentran entretenimiento en juegos de mesa o conversaciones en las que los más pequeños no están incluidos. Estos encuentros son una oportunidad para reunir a la familia, crear recuerdos conjuntos y conectar generaciones a través de actividades que, en el día a día, son poco frecuentes.
Puede resultar incómodo preguntar de forma directa cuál es su comida favorita, su película favorita... y seguro que al niño también le gustará saber la misma información de sus padres, abuelos, primos o tíos. A través de un juego de preguntas, en la que dos equipos se ponen a prueba, puede compartirse un momento divertido mientras descubren cosas el uno del otro.
La plataforma Kahoot puede ayudar en esta integración
La plataforma Kahoot facilita la creación de juegos de preguntas y respuestas y permite generar conversaciones y conocer cómo se llamaba el colegio de papá, cuál es la comida favorita de mamá, cuál es la serie favorita de un niño, a qué prefiere jugar el otro... o cosas tan importantes como que un hermano intente recordar las alergias del otro, direcciones o teléfonos.
Estudiar con ellos
Convertir el salón de casa en un concurso de preguntas y respuestas como los de televisión es una oportunidad para estudiar con ellos, restando la parte de la obligación y manteniendo el aprendizaje. Esta misma plataforma de gamificación ofrece kahoots ya creados por profesores, con todo tipo de formas de respuesta, para repasar el tema que sea necesario. Desde matemáticas, banderas, historia o vocabulario en inglés. Se trata de un espacio seguro para niños mayores de 3 años que facilita la conexión entre padres e hijos a través de la exploración y el aprendizaje lúdico.
El juego siempre es lo mejor
La actividad más simple, y no menos importante, será sentarse a jugar con los niños, compartir sus juegos, juguetes y hacerlo como ellos lo hacen, siguiendo sus instrucciones y proponiendo alternativas siempre pensando que es un momento de ocio para él. "Las vacaciones son un buen momento para reconectar en los pequeños momentos, aunque puede hacerse en cualquier época del año. Puede resultar difícil reservar un tiempo específico para jugar con los hijos, así que los padres pueden intentar fijarse en las cosas que ya están haciendo y en las que pueden incluir a sus hijos, preguntarles su opinión y entablar conversación y vínculos significativos", declara Louisa Rosenheck, Directora de Pedagogía en Kahoot!, plataforma que tiene como misión hacer que el aprendizaje sea increíble y que ya ha acogido a cientos de millones de sesiones de aprendizaje en más de 200 países y regiones.