La lengua materna es, para cada uno de nosotros, un tesoro.
En ella pronunciamos las primeras palabras y con ella expresamos más cabalmente nuestro pensamiento. Desde los primeros momentos de la existencia, es el idioma materno el cimiento de la construcción de la personalidad y el zócalo que la sostendrá a lo largo de toda la vida.
Koïchiro Matsuura