Pasa la Semana Santa y, aunque haya sido tan pronto como este año, parece que las firmas se han puesto de acuerdo para arrancar la temporada, porque en estos días las visitas de agentes comerciales de todo el país se han sucedido en la tienda para presentarnos las novedades de sus catálogos para el verano. Y en esas estaba cuando uno de ellos apareció con un catálogo de espejos, a cual más bonito que el anterior, y después de mirarlos todos detenidamente, caí en la cuenta de que todos los que me gustaban tenían algo en común: todos ellos eran blancos o blanco roto, un poco decapado y con un marco rico en detalles.
Justo en ese momento, levanté la vista y ahí estaba, apoyado en un rincón de la tienda, y se me encendió la bombilla... mi próximo DIY sería la renovación de un espejo que había quedado allí olvidado por los clientes, y hasta por mí. ¿Por qué no darle una nueva oportunidad?
Fotos & Realización @ Deco López García
Como podéis ver en la imagen, se trataba de un espejo en madera oscura con remates en pan de oro que, la verdad, a mí me seguía pareciendo bonito pero un poco pasado de moda. Esos colores oscuros que tanto convencían - a los clientes y a mí - hace unos años, ahora me parece que están out. Quién sabe... igual en unos años me pase lo mismo con el blanco, pero de momento... ya sabéis lo que me gusta el reciclaje y al renovación, así que... vamos con ella :)
Los materiales y herramientas que vamos a utilizar son:
- Pintura a la tiza (yo he utilizado el color 33 R original de Annie Sloan)
- Lija
- Cera incolora (en mi caso, Soft Wax de Annie Sloan)
- Cinta de carrocero
- Pincel o brocha pequeña (o incluso un pequeño rodillo para las partes lisas)
Y, como siempre con todos los materiales listos, ahora sí, vamos con el paso a paso:
Los que saben de esto - y yo otra cosa no, pero pintores tengo muchos a mi alrededor ;) - siempre me han aconsejado que, cuando vaya a pintar un marco para un espejo, tenga en cuenta que hay que pintarlo entero, incluida la zona interior, porque si no, después el espejo la refleja y si no es del mismo color que la parte exterior hace un efecto muy feo. Total que el primer paso para este DIY es, con mucho cuidado, retirar el espejo y pintar la zona interior del marco. En ello estaba yo, y parecía que después de quitarle esas chapitas que lo sujetaban el espejo ya estaba suelto, así que hice un poco de fuerza para retirarlo y.... sí, ocurrió lo que imagináis: me cargué el espejo. Pero, como yo por el blog, lo que haga falta, ignoré los siete años de mala suerte que se supone que me esperan, y seguí adelante ;)
Una vez recogidos los cristales, seguí con mi primera intención y, como con la pintura de tiza no hace falta lijar, rápidamente empecé a pintar: la cara interior del marco en primer lugar, y después el resto del marco por la otra cara, poniendo especial cuidado en cubrir bien los recovecos de los detalles labrados del marco. Como os decía al enumerar los materiales y herramientas, en este paso podéis utilizar distintos tipos de pinceles, brochas o hasta un pequeño rodillo. En mi caso utilicé un pincel para las partes más estrechas, los detalles y las partes labradas, de tal forma que llegara bien a los rincones, y un rodillo pequeño para las partes lisas del marco, con la doble intención de ir más rápido y, al mismo tiempo, conseguir que la pintura quedara más lisa que con el pincel, porque para esta parte me interesaba que fuera así.
Otra ventaja de utilizar pintura de tiza - aparte del tema de la lija antes de empezar a pintar que os comentaba más arriba - es que con una sola mano, cubre perfectamente y no es necesario darle una segunda, así que, una vez que la pintura estuvo bien seca, llegó el momento de lijar con una lija fina por algunas partes del marco para conseguir un efecto decapado o desgastado. Como veis en las fotos, tras pasar la lija, en algunos puntos de nuestro marco asoman algunos destellos dorados, un poco del marrón oscuro y hasta algo del color rojo que, descubrí, había debajo del pan de oro. El efecto shabby chic de toda esa mezcla de colores, no me puede gustar más :) No obstante, antes de seguir, aún nos queda retirar el polvillo que ha podido quedar, con la ayuda de un trapo o un pincel.
Y ahora, sí, una vez que el marco estuvo pintado. lijado y limpio, lo llevé al cristalero para colocar otro espejo antes de continuar... con mucho cuidado claro ;) Por eso, antes de seguir con el siguiente paso, es el momento de colocar cinta de carrocero en el borde entre el espejo y el marco para no manchar el espejo. Ya sabéis que la cinta de carrocero no deja marcas, así que no hay problema con pegarla, al contrario, nos va a facilitar mucho el trabajo. Cuando tenemos la cinta lista y el espejo protegido, ya podemos empezar a aplicar la cera con un pincel o una brocha pequeña, dándole una buena capa por todo el marco sin olvidar ningún rincón de los ornamentos ni las esquinas. Después, dejamos secar la cera al menos 24 horas antes de pasar un paño blanco de algodón por toda la superficie. De esta manera, además de darle algo de brillo, conseguiremos que el color resalte más, que el marco esté más protegido frente al polvo y la suciedad y que, en el futuro, sea más fácil limpiarlo.
Y ya está. Tenemos listo nuestro espejo renovado y rejuvenecido. Y claro, después de terminar, como no podía ser de otra manera, me ha faltado tiempo para colgarlo en uno de nuestros escaparates para que, además de verlo vosotros, lo pueda ver todo el que pasee por delante de nuestra tienda ;)
Como veis, los pasos para renovar el espejo han sido prácticamente los mismos que seguí para la renovación de las sillas de comedor de mis amigos que os enseñé hace unos días. En general, siempre que queráis renovar alguna pieza de madera y vayáis a utilizar pintura de tiza para hacerlo, basta con hacer esto.
¿Y vosotr@s? ¿Soléis renovar muebles? ¿Qué método soléis utilizar para hacerlo?¡Contadme! ¡Me encanta aprender de vosotr@s!
¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!