Ya os anunciaba este diy la semana pasada; hoy vamos a hacer un bastidor de madera para un mural
botánico de escuela, en realidad solo os hablé del mural de botánica, la verdad es que nos resultaba soso
colgarlo tal cual, de manera que pensamos en hacer un diy sencillo con él y ponerle unos listones de
madera tanto arriba como abajo para darle consistencia.
De modo que hoy transformaremos el aspecto de un mural de botánica que ya es bonito de por si, pero
de verdad que le aumentaremos aun más su belleza.
También os aviso que el diy es súper básico, pero también tuvo cabida la metedura de pata... no siempre
todo sale bien en estas cosas, equivocaciones en decisiones cruciales... pueden hacer que se tenga que
volver a empezar de nuevo!
- Estos son los elementos que necesitamos para este diy:
- Lija
- Pintura
- Puntas
- Martillo
- Alcayata grande
Si ya encargáis a medida los listones es más fácil y os saltareis unos cuantos pasos de golpe, nosotros
teníamos en el taller madera que nos podía servir, de manera que medimos el mural y miramos el grosor
que nos apetecía y cortamos, bueno cortó, yo les tengo bastante aprensión a estas maquinas tan potentes.
Del lijado si que me encargue yo, para dejar un buen acabado primero empecé con una lija más gruesa
para quitar lo mayor, después toca suavizar la superficie así que utilicé un grano mucho más fino.
Aquí vino mi metedura de pata, como el mural botánico tiene unas flores rosas inmensas pensé que podría
ser una buena idea pintar los listones con pintura a la tiza de un tono rosado, pues manos a la obra a pintar
se ha dicho, cuando sobre expuse los listones en el mural vi que quedaba fatal, más bien quedaba anodino.
Quise arreglarlo dando unos toques de gris y que se siguiera viendo un poco el rosa, deje secar y...
Era aun peor, quedaba horroroso.
Finalmente la cordura y la lógica vino a verme y pinté los listones en negro mate, así si! Esta era la idea
inicial, pero el rosa se metió por medio y me atascó de mala manera.
Ahora tenemos que colocar los listones, hacemos un sandwich, metemos el mural entre las dos maderas
mirando que quede bien colocado y a la longitud deseada; seguidamente clavamos las puntas que se
precisen para sujetar el mural, todo depende de la medida de los listones.
A la hora de colgarlo pensé en poner un cordel natural, pero finalmente decidimos que una alcayata de
un tamaño un poquito grande iría mucho mejor, así le daríamos aun más un aire de escuela.
Para terminar el rincón de la sala de estar nos faltaba un pequeño toque de color, y para eso necesitábamos
una planta, el soporte que habíamos pensado en poner era una antigua rinconera de caoba muy acorde con
los tonos oscuros de su alrededor.
Cuando la situamos en la pared la decisión fue inmediata, cualquier planta que pusiéramos quedaría
estupendamente, incluso sin nada queda bonita!
Finalmente pusimos una planta preciosa de la que nos enamoramos en el centro de jardinería, a priori
pensamos en una colgante, la verdad es que seria idónea para que cayera por la esquina, la primera en la
lista era una hiedra de hoja pequeña, pero cuando llegas al centro de jardinería te pierdes y empiezas a ver
tanta variedad y todo tan lindo, que al final te llevas lo que te entra por los ojos, es inevitable.
Y la elegida no es colgante, pero igualmente nos encanta como queda, si encontramos una que tenga caída
y que nos convenza, esta puede que cambie de lugar, pero por ahora ahí esta fenomenal.
Con este diy tan sencillo hemos cambiado el aspecto para mejor del mural de botánica, se ha conjuntado
con su alrededor, ha cogido la consistencia que necesitaba con unos simples listones de madera pintados
de negro.
Podemos decir que damos por finalizada la decoración de esta zona de la sala de estar!
Estamos muy contentos con la atmósfera que se ha creado, la frescura del mural botánico junto con los
grabados antiguos me encanta y aunque todo sea de una tonalidad oscura, creo que esta esquina
transmite mucha luz. ¿Os podéis creer que ahora comemos más cómodos?
¿Os gusta como ha quedado esta zona de la sala de estar?