Necesitaremos: una cartulina tamaño A3, un cuenco, una bandeja para la pintura, una tiza, cinta métrica, tijeras, una cuerda, un pincel pequeño, cinta de pintor, un "cutter", un lápiz y un rodillo para pintar
Y estos son los pasos a seguir:
En primer lugar, dibujaremos un círculo en la cartulina con la ayuda de cualquier objeto que tenga el tamaño que queremos (un plato, una taza...) y lo recortamos con la tijera o el "cutter" ¡atención! guardando el trozo restante: lo necesitaremos más adelante
Utilizamos trozos pequeños de cinta adhesiva doblada para pegar los círculos a la pared y así ir creando y comprobando el efecto de nuestro mural. La cuerda y la tiza nos servirán para alinearlos si lo que queremos es colocarlos en filas y columnas, aunque también podéis probar a pintarlos de forma aleatoria ¡como más os guste!
Y ahora es cuando recuperamos los trozos de cartulina sobrantes, que son los que nos serviran de plantilla para luego pintar. Los iremos sujetando a la pared con la cinta de pintor justo encima de cada uno de los círculos que ya tenemos pegados, los que nos servían de prueba, y que ahora retiraremos.
En cuanto tengamos todas nuestras plantillas colocadas, sólo nos queda comenzar a pintar con el rodillo procurando no utilizar mucha pintura, a modo de estarcido.
imágenes: Pinturas Bruguer vía www.llenatumundodecolor.com
Puedes probar con distintos colores, o distintos tonos de un mismo color (más claros, más oscuros). Círculos pequeños, círculos grandes en color blanco con los que dar animar, por ejemplo, una habitación gris...O de colores vivos para simplemente crear UNA LLUVIA DE "CONFETTI "