Con un poco de paciencia, conocimientos y las herramientas adecuadas es posible dar múltiples usos a nuestra Raspberry Pi. Uno de ellos es crear nuestra propia consola portátil donde disfrutar de juegos clásicos. Navegando por la red he encontrado un estupendo tutorial que muestra el proceso completo. Si bien el resultado no es la consola más estilizada del mundo cumple su función a la perfección y tiene algunas ventajas muy interesantes.
Está pensada para ser construida de la forma más fácil posible, reutilizando elementos que podemos encontrar en cualquier tienda, como un joystick completo (imitando al diseño de los presentes en PlayStation) que podemos comprar por muy poco, un poco de impresión 3D para la carcasa y una batería de 10000mAh que ofrece muchas horas de juego. Todo está muy bien explicado en el siguiente enlace. ¿Alguien se anima a crear su versión?