¿Os acordáis de la terraza que montamos para #DiarioDecoSummer? Sí, sí, esa terraza casi perfecta donde me iba a relajar tomando gin tonics... pues mis hijos, sin consultarlo con su Sr.Padre ni conmigo, decidieron que era el lugar perfecto para cenar en familia... ¡todas las noches!
¿Que por qué os cuento esto ahora que ya acaba el verano? Pues porque así fue como este sillón de Ikea llegó a mi terraza y cómo terminé por ponerme manos a la obra con este DIY costurero para hacer cojines sin cremallera que pretende ser una guía para principiantes - como yo - en temas de costura ;)
Los niños llevaban todo el mes de julio protestando porque a ellos les tocaba sentarse en las sillas de la cocina - conste que sólo era porque si lo hacíamos su Sr. Padre y yo, con esas mesitas bajas no llegábamos al plato -, y como la idea era seguir mantiendo la terraza en modo low-cost - los muebles eran de mis padres, había que seguir la tónica ;) - lo de comprar nuevas sillas de bambú ni se planteó. Afortunadamente, justo en esos días el Ikea de Barakaldo sacó una de sus ofertas de últimas unidades y allí agazapados estaban estos sillones Enholmen por 9,99€ cada uno - aquí en España ya no están disponibles, los han sustituido por la colección Kungsholmen, pero podéis ver cómo son en la página de Ikea en UK -, total, un ofertón. Así que mi amiga Marta, que no trabajaba por la mañana, se plantó allí antes de que abrieran y cogió dos esquineros para cada una para montarnos nuestros sillones de terraza. Por suerte había bastantes unidades y no era lo más demandado porque dice que aún tiene miedo cuando recuerda cómo corría la gente a por las cosas, jajaja. Teníamos la base, ahora sólo faltaba ponerle un toque de color ;)
Y ahí es donde entraron a trabajar mis queridísimos retales y la máquina de coser. Después de mandar hacer los cojines de los asientos - lo sé, lo sé... molaría más si todo fuera DIY, pero en agosto yo no tengo tiempo para coser y el asiento corría prisa, que tenía a las fieras en pie de guerra, seguro que me entendéis ;) - busqué algún retal de la tienda que tuviera unos colores que combinaran con ellos y encontré un par de telas que me iban a la perfección. Así que, la semana pasada, con las telas elegidas y con septiembre instalado, me puse manos a la obra.
Aquí van los materiales y el proceso paso a paso, ¡espero que quede claro!
De materiales, lo habitual. Ahora en los pasos os iré diciendo para qué utilizaremos cada cosa. Sólo una anotación: veréis que yo utilizo dos telas combinadas, esto es así porque en este caso me venía bien por los retales y por el destino de los cojines, pero puede hacerse perfectamente con una sola tela.
Lo primero de todo, es medir, marcar y cortar la tela. Como siempre, yo os recomiendo que para ahorraros los hilvanes y las manchas de tiza, utilicéis el boli especial para tela que os sirve para marcar por dónde debe pasar la máquina y después se borra con la plancha, para mí es el invento del siglo ;)
Tijera en mano, empezamos con la tapa delantera. Cortamos la tela dando unos centímetros de más a los costados para poder hacer bien las costuras y que a la hora de coser a la máquina podamos manejar la tela sin dificultad. En este caso cortaremos un cuadrado de 65x65 cm. para hacer la funda para un relleno de cojín de 60x60 cm.
Una vez que tenemos la tapa delantera nos ponemos con las traseras. En este caso el paso es diferente porque será aquí donde confeccionaremos el "sistema" sin cremallera, cortando 2 piezas iguales que sean un poco más de la mitad del ancho para que se solapen y sirvan de cierre. En este caso concreto, para nuestro cojín de 60x60 cm. cortamos 2 piezas iguales de 45 cm. de ancho x 65 cm. de alto.
Antes de continuar, es bueno asegurarse de que vamos por el buen camino. ¿La mejor forma? Colocar las piezas traseras sobre la delantera y comprobar que, efectivamente le hemos dado la anchura necesaria a las solapas. Más o menos la primera pieza os debería quedar como en la foto, un poco más allá de la mitad, y después colocaríamos la segunda que quedaría igual.
Ahora vamos a empezar a preparar los dobladillos de las tapas traseras que van a quedar a la vista. Para no hilvanar, cogemos la tela por uno de los costados, la doblamos dos veces y lo marcamos con ayuda de la plancha. Desde aquí os lo digo: a la hora de coser la plancha es fundamental, casi tanto como la aguja y el hilo. Por cierto... ya perdonaréis el estado de la plancha que como se aprecia en la foto no es el mejor pero si os digo que cada cortina que se vende en esta tienda pasa por su suela... ¿a que no está tan mal? ;)
Una vez que hemos marcado los dobladillos, orillos, o como prefiráis llamarlos, con la plancha, es el momento de sujetarlos con unos alfileres para que el trabajo que acabamos de hacer con la plancha, no se pierda al tirar de la tela en la máquina de coser.
Llega el primer asalto a la máquina de coser, ¿list@s? De momento es muy fácil, sólamente tenemos que coser los dobladillos que acabamos de marcar y sujetar. Una línea recta a puntada media en cada una de las dos tapas traseras (recordad que sólo lo tenéis que hacer en uno de los lados, el que va a quedar en el medio).
Es hora de montar la funda de cojín, pero de verdad. Para hacerlo, hay que montar las dos piezas traseras por el lado del revés sobre la cara principal de la tapa delantera para después pasarlo a la máquina. Para no confundiros pensad que deben pegar lado bueno contra lado bueno, es decir, que según lo tenéis posado en la mesa, frente a vosotr@s debe estar el "derecho" de la tapa delantera y el "revés" de las tapas traseras.
Por cierto, ahora que estamos colocando las traseras y antes de volvernos a sentar a la máquina, os voy a recomendar un pequeño truco: cuando estéis preparando las telas con alfileres para después pasarlas a la máquina, colocad siempre los alfileres en vertical, así podréis coser sin peligro de que se rompa la aguja de la máquina de coser.
Segundo asalto a la máquina de coser. Ahora tenemos que pasar a la máquina todas las piezas juntas y coserlas en zig-zag. Esta costura no sólo unirá la delantera con la trasera en un primer agarre, sino que, a falta de remalladora, ésta costura en zig-zag es la forma en la que conseguimos que las telas no se deshilachen.
Asalto tercero y final a la máquina. Unas vez que tenemos las piezas unidas con la costura en zig-zag, sólo nos queda rematar el trabajo cosiendo en recto las diferentes costuras. En este caso, lo más recomendable para que quede bonito es coser con una puntada media.
El quid de la cuestión de estos cojines está, sin duda en la pestaña trasera que nos permite hacer una funda sin cremallera. Si todo ha ido como debe, al terminar de pasarlo a la máquina, le damos la vuelta y éste es el aspecto del cojín ya terminado por la parte de atrás.
La parte delantera no tenía ningún misterio pero también la enseñamos, ¡claro que sí! Éste es el aspecto de nuestro cojín hecho con retales por la parte delantera, ¿no está mal, no? Ahora sólo queda volver a empezar para hacer el segundo cojín ;)
Y estos son nuestros dos cojines terminados en la tienda y en su destino definitivo, el nuevo sillón de terraza de mis niños que están súper contentos con su nuevo asiento reservado para la cena ;) De hecho les ha gustado tanto que es posible que este invierno en lugar de en el garaje acabe en algún rincón de casa pero... eso será otro post ;)
¿Qué os ha parecido nuestro DIY costurero de hoy? ¿Sois aficionados a la costura? ¿Os atreveríais a poneros manos a la obra después de ver lo fácil que es?
¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!