Este tipo de detalles son perfectos para bodas en las que se tenga un presupuesto ajustado, en las que se busque un toque rústico o en las que prime el espíritu más eco.
Para este DiY sólo necesitas...
- Frascos y botes de cristal.
- Bolas de arcilla expandida.
- Sustrato universal o específico para cactus.
- Esquejes de distintas plantas suculentas.
- Cinta de encaje.
- Cinta de raso.
- Pistola de pegamento caliente.
A tener en cuenta
Las plantas suculentas o crasas tienen una serie de ventajas que las hacen ideales para este tipo de regalo: son muy resistentes, necesitan pocos cuidados y son muy decorativas. Además, de una sola planta, puedes extraer muchos esquejes, por lo que no tendrás que comprar muchas macetas para preparar los minijardines.
No es imprescindible que todos los recipientes sean idénticos, por lo que puedes reciclar frascos de todo tipo. Y si no generas tanta cantidad de cristal, siempre puedes pedir que te los guarden familiares y amigos. Barato y ecológico.
Las bolas de arcilla expandida sirven para favorecer el drenaje y para evitar que se pudran las raíces si se encharca el fondo. Y, además, son muy decorativas. Puedes utilizar piedras o cualquier otro material similar que te guste.
El sustrato puede ser el universal o alguno específico para cactus.
La cinta de encaje y la de raso tienen la finalidad de adornar el recipiente. Puedes cambiar el encaje por arpillera, sinamay, o cualquier otro material que te agrade. La cinta de raso puedes sustituirla por cuerda, si quieres darle un toque más rústico; o puedes utilizar otros materiales como el terciopelo, más noble, si lo que buscas es un acabado más lujoso.
El DiY paso a paso...
1.- Como ves, no necesitas gastar mucho dinero en recipientes. Este, por ejemplo, es de algo tan prosaico como unos pimientos. Eso sí, es imprescindible que esté bien limpio y desodorizado.
2.- Pon en el fondo del bote un poco de arcilla expandida.
3.- Añádele el sustrato. Acuérdate de desmenuzar los terrones para que la tierra se airee y se puedan introducir los esquejes con facilidad.
4.- Riega ligeramente el sustrato para que puedas colocar las plantas sin dificultad.
5.- Escoge distintos esquejes, alternando variedades, para ir haciendo los minijardines. Procura que tengan un tamaño adecuado para el contenedor, ni muy grandes ni muy pequeños.
6.- Introduce los tallos en el sustrato haciendo composiciones armónicas. Ten cuidado de que las plantitas estén bien sujetas en la tierra. Si es necesario, apelmaza un poquito la tierra alrededor de los tallos.
7.- Luego sólo tienes que rodear cada recipiente con el encaje, sujetando la unión con un poco de pegamento caliente. También puedes darle unos puntos entre el cristal y la tela. Por último, ata un cinta (o cintas) rodeando el encaje, et voilà. Ya tienes unos regalitos aparentes, rápidos de hacer (5 minutos en total) y muy económicos.
Consejos plus...
- Te aconsejo que prepares los minijardines con cierto tiempo, para que las plantitas se aclimaten. Tenlas en un lugar con luz, pero sin que les dé el sol directamente y en un ambiente en el que no tengan frío intenso.
- Si quieres, puedes utilizar las tapas de los frascos para proteger los minijardines, para ello, píntalas y decóralas como más te guste. Ponles las tapas el mismo día de la boda, para que las plantas puedan respirar el mayor tiempo posible. También puedes ponerle una tela sujeta con un lazo (con o sin la tapa), para que quede aún más campestre.
- También puedes ponerles unas tarjetitas con vuestros nombres y la fecha de la boda. Una opción, además de encargarlas a una imprenta, es utilizar una troqueladora de scrap para hacerlas tú misma.
- Los colores del encaje, las cintas, las tarjetitas y las tapas deben estar en consonancia con la gama protagonista en la boda, para mantener el mismo criterio estético.
Estos regalitos los puedes utilizar también para decorar las mesas de la boda. Para ellos sólo tendrás que poner diferentes minijardines con frascos de distintas alturas, creando una bonita composición. Ojo, que este tipo de detalles son más apropiados para bodas de primavera-verano y con un cierto toque desenfadado.