Revista Creaciones
Bueno, pues después de un largo parón por motivos de trabajo (aún sigo muy ocupado) voy a mostraros la renovación de la báscula que os prometí. La báscula ya funciona perfectamente y salvo una pequeña pieza que aún no he conseguido, creo que la he dejado como si se acabara de fabricar. Lo primero de todo fue desmontarla, lo cierto es que lo hice un poco a ojo, guarde todos los tornillos en un platito y luego retiré las piezas más grandes o dañadas para sustituirlas. Después no hubo más remedio que pasar por lo más sucio del proceso. Tuve que limpiarla de décadas de grasa y óxido. Lo primero fue usar desengrasante y un cepillo de dientes para darle en todas las zonas. Después, la lijé entera tanto por dentro como por fuera pues había gran cantidad de óxido. Una vez acabado el proceso de limpieza, tocaba la hora de pintarla. Estuve buscando botes de spray, pero no conseguí encontrar ninguno que se asemejara nimiamente a lo que quería, así que al final le dejé el trabajo a los profesionales. Conozco a un chapista que ya me había pintado unas guitarras hacia años. Haciendo cálculos, vi que por un poco más el acabado iba a ser muchísimo mejor y con una pintura mucho más dura y resistente, al fin y al cabo, es para toda la vida. Mientras tanto, me dediqué a reparar (pues cuando la compré no pesaba nada) y pintar el interior y algunas otras piezas y lo cierto es que me sorprendió lo rápido que lo conseguí. Después la pinte con una pintura plateada emulando un estilo antiguo y la aceité toda para que los engranajes funcionaran perfectamente y para protegerla del oxido en un futuro lejano. Una vez con las piezas en casa solo tocó el montaje y voilá, el trabajo estaba hecho. Así que sin más dilación os pongo el trabajo acabado, espero que os guste:
Antes:
Después: