Fue la clásica frase, un tanto farragosa y de alguna manera ahorradora, "Esto lo hago yo igual y por mucho menos dinero", era una casita en miniatura de estilo rural con ripias en el tejado y piedra de musgo en el zócalo y enfrascada de tirolesa. Aquello dio origen a mi afición por las manualidades creativas.
Las batallas de roll con marineros espaciales, elfos, orcos y demás tribus megafrikis me hicieron comprender que, había todo un mundo de técnicas de fabricación de escenarios construidos con mucha imaginación y grandes dosis de reciclaje. La magia de algunos ejércitos convertía depresores médicos en tejas, pajitas para sorber refrescos en tuberías, plástico de blister de figuras en flores, todo cortado para su fin, estucado o pintado convenientemente según la ocasión.
Descubrí que cualquier cosa se podía hacer con mucha imaginación; cualquier detalle para regalar, en madera , cartón, papel, arcilla, cualquier juego de mesa, abalorios, muñecos, cajas, construcciones plagiando la realidad o escenografías variadas para dioramas, eran lo mas sencillo de reciclar con solo imaginar materiales que pudieran dar apariencia de realidad y modelarlas para conseguirlo.
Después llegó Internet. Fue más sencillo aún descubrir que la red, proporciona un sin fin de manuales, vídeos y fotografías; aplicar las técnicas posibles con los diferentes materiales, comprados o reciclados, para conseguir fabricar toda clase de manualidades.
De nuevo me bombardeaban ideas y mas ideas y me vi rodeado por fofuchas, figuras de crepé, imprimaciones en cajitas, rulos de periódicos, bolitas de poliespán y cubos y más cubos de pinturas y barnices regando la mesa de trabajo. Todo un mundo creativo se abrió ante mis ojos.
Adoro el mundo del arte en todas sus facetas pero, hay un Universo paralelo que sí está a mi alcance y me hace crecer como artista, el de las manualidades, asequible con un poco de magia y un mucho de creatividad.