Como ya sabéis mis niñas son especialistas en romper leotardos. Hace poco os enseñé como hacemos pulseras con ellos. Hoy os doy otra idea para que los leotardos rotos no terminen en la basura, en este caso se pueden transformar en un pulpo de tela.
Los materiales que necesitamos para hacer nuestro pulpo de tela son:
Unos leotardos
Un poco de algodón
Unas tijeras
Aguja e hilos de colores (nosotras solo hemos usado un color)
Dos botones iguales o diferentes para los ojos
Una goma
Un lápiz
Fieltro, nosotras lo hemos usado de color blanco.
Para empezar cortamos las piernas de los leotardos.
Introducimos una bola de algodón. El tamaño dependerá de lo grande que queramos que sea nuestro pulpo de tela y el tamaño de los leotardos (también se pueden usar calcetines o las mangas de una camiseta vieja).
Movemos el algodón por el interior de la pierna del leotardo hasta que quede más o menos en el centro.
Con la ayuda de la goma atamos los dos extremos del leotardo y damos la forma de la cabeza de nuestro pulpo.
Cortamos el pie del leotardo para poder hacer los tentáculos.
Dividimos cada mitad en cuatro trozos.
Para hacer lo ojos recortamos dos círculos de fieltro blanco o del color elegido. Si no tenéis en casa podéis usar cualquier retal de tela.
Los cosemos a la cabeza (en este punto los niños necesitan ayuda si son pequeños como las mías) y también incorporamos los dos botones que terminarán de dar forma a los ojos.
Nosotras hemos añadido al final de los tentáculos unas piezas hechas con fimo que tenía por casa. Vosotros tenéis dos opciones: no poner nada o utilizar botones.
Por último le hemos añadido una gran sonrisa a nuestro pulpo de tela.
Espero que os haya gustado nuestro pulpo de tela y que os animéis a hacerlo con los peques.