Django Desencadenado es la séptima película que veo de Tarantino. No es que sea una amante de su cine pero sus películas, llenas de momentos álgidos, personajes crueles, mucha sangre, venganza a tutiplén y muertes a lo grande, tienen algo que me atraen y que me gustan.
Título original: Django unchained. Dirección y guión: Quentin Tarantino. País: USA. Año: 2012. Duración: 165 min. Género: Drama, western. Interpretación: Jamie Foxx, Leonardo DiCaprio, Christoph Waltz, Samuel L. Jackson , Kerry Washington, Walton Goggins. Producción: Pilar Savone, Stacey Sher y Reginald Hudlin. Fotografía: Robert Richardson. Distribuidora: Sony Pictures. No recomendada para menores de 16 años.
Sur de los Estados Unidos, 1858. El Dr. King Schultz es un cazarrecompensas de origen alemán que sigue la pista de unos asesinos: los hermanos Brittle. Para lograr su objetivo busca la ayuda de un esclavo llamado Django. Schultz se hace con Django bajo la promesa de dejarlo en libertad una vez que hayan capturado a los Brittle, vivos o muertos. El éxito que obtienen en su cometido hace que Schultz libere a Django, pero ambos deciden no separarse y seguir juntos su camino. Shultz ayudará a Django a encontrar y rescatar a Broomhilda, la esposa que perdió hace tiempo en el mercado de esclavos. La búsqueda de Django y Schultz finalmente los lleva hasta Calvin Candie, propietario de la infame plantación Candyland.
Además de la idea de ver otra película de Tarantino, admito que lo que más me llamaba la atención era su reparto. La idea de juntar a Christoph Waltz, un actorazo que descubrí en Malditos Bastardos, a Leonardo DiCaprio, al que disfruto viendo actuar porque cada vez se supera a sí mismo y a Samuel L. Jackson, que allí donde aparece deja huella, era demasiado para mí. Efectivamente, sus interpretaciones han sido de lujo, como sólo ellos podrían haberlo hecho, aunque es cierto que disfruté más de Waltz en la anterior película mencionada y que el papel de DiCaprio me sabio a poco. Una mención especial a Samuel L. Jackson, me quito el sombrero a sus pies pues su actuación es magistral.
Jamie Foxx, el actor que interpreta a Django, el protagonista indiscutible de la película, era un total desconocido para mí. No es que su actuación me haya parecido increíble pero ha estado más que correcto. Django es un esclavo que ha sido vendido de una plantación de algodón, sin embargo, toparse con el Dr. Shultz no sólo le otorgará la libertad ansiada sino también la oportunidad de convertirse en un hombre fuerte y luchador con un único objetivo: rescatar a su mujer.
El argumento southern me ha gustado mucho, no sólo trata de la libertad de un esclavo propio de la época y de como el resto ve su libertad -les choca verle subido a un caballo y comportarse como lo que es, un hombre libre- sino de la venganza pura y dura de alguien que ha sufrido la tortura, de alguien que ha visto como maltrataban a la persona que amaban. El Dr. Shultz junto con varios personajes con los que se topan los dos serán los que den a lo largo de las películas las risas que no podían faltar. Todo esto sin dejar de lado esas características propias del cine de Tarantino como las escenas violentas exageradas con sangre por doquier, condensada, en su mayor parte de cara al final.
Para Tarantino tanto la fotografía como la banda sonora tienen un papel fundamental. Si habéis visto alguna película suya seguro que ya os habéis dado cuenta de que son dos temas que están muy cuidados. El director tiene el talento de coger las notas musicales apropiadas para resaltar las escenas cumbres y más impresionantes que ayudan a meterte más en la trama. Sin embargo, si hay algo de lo que peca Django Desencadenado es de hacerse larga con sus casi tres horas de duración; no me llegó a cansar pero estuvo a punto.
Si nunca habéis visto una película de Tarantino y os produce curiosidad, yo aconsejaría que primero vierais Malditos Bastardos o Kill Bill, sino os chocará completamente su manera de hacer cine; y para los que ya lo conozcáis, tenéis ante vosotros una peli puramente suya.
Curiosidades: Django Desencadenado está relacionada con la película de 1966 titulada Django de Sergio Corbucci; sería algo así como una nueva versión puesto que Tarantino admira la película de Corbucci.
La película ha conseguido dos Globos de Oro: uno por “Mejor guión original” y otro a “Mejor actor de reparto” para Christoph Waltz; además tiene cinco nominaciones a los Óscars.