DOBLE ZERO: Su yo más oscuro

"No dejé de correr hasta que llegué a la capilla de mis padres. Me interné en el refugio de Zero y bloqueé todas las puertas para que nadie pudiera entrar. [...]

Mi esfera estaba palpitando. Al compás de mi agitada respiración."

Fragmento de Doble Zero de Morgan Dark

Gracias a la editorial Rubiños-1860 (¡mil gracias por el ejemplar!) descubrí a la autora Morgan Dark y su primer libro ( reseña), el primero de una exitosa trilogía cuya tercera y última parte aún estar por ver la luz. Hoy vengo a hablaros de su segunda parte, que he disfrutado mucho más de lo que me esperaba. Si no os habéis leído el primer libro, os recomiendo leer en su lugar la reseña que hice de ( reseña), y no continuar leyendo esta porque mucho de lo que aquí voy a contar destripa la trama del primer libro. Avisad@s quedáis ;)

se desarrolla un mes después de los acontecimientos del primer libro. Kyle, ya con la memoria intacta y habiendo recordado que es Zero, continúa junto con Lu y Miranda tratando de recuperar los objetos de su familia, aquellos que los asesinos de sus padres se quedaron como trofeo. Sin embargo, sus planes se verán frustrados cuando un sangriento imitador, que responde al nombre de One, se haga pasar por él y cometa atroces crímenes en su nombre. Kyle deberá pararle los pies al falso Zero, y descubrir quién es y qué se propone, pero las cosas se torcerán y Kyle deberá cambiar de táctica.

Aunque Doble Zero es más corto que el primer libro, aúna en todas sus páginas mucha más acción de lo que recordaba en el primero. Desde el inicio a los lectores no se nos da tregua. Si en el primera novela descubríamos junto a Kyle quien era Zero y la razón de su existencia, en esta segunda ahondamos más en el pasado de sus padres y lo que propició su cruel asesinato. La trama es muy reveladora y nos deja atisbos de lo que le espera a Kyle en su siguiente y última aventura.

No he podido evitar encontrar ciertos paralelismos entre la historia de Zero con otras novelas y productos del cine y la televisión. El trío protagonista que forman Kyle, Lu y Miranda me recuerda un poco (sin parecerse en nada) a Harry, Ron y Hermione. Drayton, el internado en el que los tres estudian y que hace las veces de su cuartel general, me evoca un poco a Hogwarts. Incluso el deporte estrella en el internado, el Polo, me rememoró a los partidos de Quidditch. Luego no pude evitar ver trazas de Star Wars y de series de DC Comics, ahora tan de moda, como Flash, Arrow o Gotham.

Esta, mi muy personal opinión, no le resta calidad ni capacidad de enganchar o sorprender a los lectores. Me encanta el mundo que Morgan Dark ha creado y me ha gustado mucho más que su primera parte.

De cara a la galería, Kyle, Lu y Miranda fingen no ser amigos e interpretan cada uno un papel, lo que permite a Kyle ser en apariencia el mejor amigo de los hijos de los asesinos de su familia. Esto le proporciona el tener acceso a valiosa información y a que su tapadera como Kyle Bradford sea sólida y oculte su verdadera identidad a quienes tanto dolor le han causado.

Kyle no es sólo el famoso y enigmático ladrón de los cien millones de dólares que actúa en Los Ángeles y que trae de cabeza a la policía, sino que, además, es un portador. Los portadores son personas vinculadas a una extrañas esferas de cristal de origen desconocido que les predice el futuro más inmediato. Sirviéndose de sus predicciones es como Kyle ha logrado convertirse en Zero.

En esta nueva novela, Kyle se topa con su némesis, One, quien no sólo goza de una increíble similitud con él, sino que, además, parece saber mucho sobre él y su pasado. Sin embargo, entre Zero y One hay grandes diferencias.

One va ataviado con un traje blanco muy ajustado y una máscara dorada, en contraposición al traje oscuro y la máscara plateada de Zero. Pero la mayor diferencia entre ambos, es que One es un sanguinario asesino, mientras que Zero jamás ha matado a nadie para perpetrar sus robos.

Kyle no sólo deberá terminar con One, sino hacerle frente al cambio que su personalidad está sufriendo. Una fuerza oscura y poderosa va creciendo en él y teme convertirse en un monstruo. Los libros de Morgan son de una lectura muy ágil y logra engancharnos con facilidad. Aunque el público al que se dirige la trilogía de
Doble Zero es una lectura, sin perder la frescura de su primera parte, es un relato mucho más oscuro e intenso de Zero, el héroe-ladrón lucha por no cruzar la línea y ser un nuevo Zero más oscuro y letal.
Zero es más juvenil, es un libro que se puede disfrutar con cualquier edad. A mí me encantan.
Doble Zero, como en la edición anterior, cuenta con una sobrecubierta transparente que al retirarse se lleva consigo el título y la sinopsis, dejándonos sólo las dos máscaras contrapuestas de la portada y dos esferas en la contraportada. El libro se divide en tres partes más un prólogo y un epílogo, separados por las preciosas ilustraciones del artista Óscar Herrero Galán (autor en la misma editorial del libro Cierra los ojos).

En cuanto a la encuadernación, está muy bien cosido y es de agradecer, ya que cuando sólo les aplican pegamento con el tiempo el libro termina con páginas despegadas y eso es una lástima.

De nuevo, le agradezco muchísimo a Rubiños-1860 el ejemplar de Doble Zero y que me haya permitido poder compartir con todos vosotr@s mi experiencia lectora. ¡Impaciente estoy de que su continuación vea la luz!

Argumento: Ha pasado un mes desde que Kyle se enfrentara al mejor detective de Los Ángeles. Todo parece haber regresado a la normalidad... hasta que un misterioso ladrón oculto tras una máscara de oro irrumpe en la ciudad haciéndose pasar por Zero y empieza a robar las valiosas joyas de la familia Blake. Inmerso en una carrera contrarreloj en la que estará en juego su vida y la de sus amigos, Kyle tendrá 48 horas para derrotar a su peor enemigo, un peligroso rival que parece saber todo de él. Incluido su pasado...