No nos cuesta admitir que esa sea una buena receta pero, la forma en que lo concreta el autor, sí que es algo diferente a lo que estamos acostumbrados.
Veamos algunas de las recetas que nos propone:
- Coge un periódico o revista ...pero que sea uno poco habitual, nada de 'People' o 'Cosmopolitan'.
- 'Pilla' una película ... pero, de nuevo, que no sea de las famosas, sino una que, por ejemplo, cuente cosas reales de personas de países remotos.
- Habla con un taxista
- Visita un museo
- Escucha a Limbaugh que es como decir que escuches hablar de política...pero escuchando a los que piensan diferente a ti (Limbaugh es un comentarista político conservador norteamericano)
- Encuentra una granja (una forma de alejarse de la ciudad que es el medio más habitual en que nos movemos)
- Juega al cricket ... el juego más popular en muchos países.
- Ve a la iglesia ... pero no a la tuya, sino de otra confesión.
- Ve de compras ... a tiendas de comestibles de países exóticos
- Sigue a un líder
- Ocupa Wall Street y, en concreto, lee el 'Wall Street Journal' que es una forma excelente de estar al tanto de lo que sucede en el mundo de los negocios.
- No te conviertas en extraño sino muéstrate de una forma que sea fácil para los demás aceptarte
Todas ellas, salvo quizá la última son formas de hacernos conocer la diversidad, aquello que es diferente y ajeno a nosotros. Y, si las experiencias nuevas aumentan nuestro arsenal de opciones y por tanto de creatividad. éstas podrían ser unas fórmulas tan buenas como otras pero... ¿a qué no son el tipo de sugerencias que estamos acostumbrados a recibir para ser más creativos?