Revista Música

Doctor ¿me estoy haciendo Jevi?

Publicado el 04 junio 2011 por Victorhugo
Siempre me han dado reparo esas permanentes de señora, los pantalones de pitillo, los cuernos por aquí, los cinturones de hechos con balas, los parches de calaveras o monstruos cutres, y esas feísimas guitarras tan picudas de colores fosforitos.
Siempre me han dado reparo los grupos que tienen nombres como “necronosequé” y que parecen haber recurrido a un libro de medicina y enfermedades contagiosas para ello, los cuernos por allá, las muñequeras de pinchos y las chupas de cuero con chapas o los rebordes de los mecheros por todos lados.
Y es que siempre me ha dado reparo el Heavy Metal como tal. Ese "Jevi ochentero" que me suena a Rock sintético, esa iconografía oscura y tenebrosa a veces un tanto chusca y esos falsetes o voces guturales sin sentido alguno.
Doctor ¿me estoy haciendo Jevi? La Abuela Ángeles, todo un símbolo.
Desde que tengo uso de razón me ha gustado la música que surgió en los 70. Y personalmente entiendo esta década como la opuesta a los 80 –más allá de lo musical, también hubo cambios sociales, culturales y tecnológicos que hicieron que la ruptura fuera clara y notoria en todos los ámbitos-.
Todo el mundo reconoce que el germen del Heavy tiene varios focos de expansión: entre ellos están ese cortante y desafiante riff de Dave Davies en el "You Really Got Me", el BRUTAL sonido de los hippies cavernícolas Blue Cheer y las impagables aportaciones de los reconocidísimos padres del Metal Black Sabbath y Deep Purple. Hay más antecedentes, claro que sí, pero lo que es innegable es que todos ellos nos dejaron una música que todavía bebía de la tradición del Rock and Roll clásico, del Blues-Rock y del Hard-Rock, era una evolución natural y pausada. No sé cómo describirlo, pero era otro rollo distinto a lo que vino una década después.
Así, aparecieron bandas como Budgie, U.F.O o los primerizos Judas Priest que suenan de lujo pero que tienen un sonido que poco a poco fue evolucionando hacia posturas más agresivas, ritmos más acelerados y masas confusas de guitarras que ya no van tanto conmigo… Es como si se hubiera perdido gran parte de esa sensibilidad y sentimiento original.
Lo que no sabía y he leído hace poco es que la razón de esta contundencia y aceleración creciente de lo que era el Hard-Rock para convertirse en Heavy se debe al Punk, ya que estos cambios fueron como una especie de reacción o contagio con este género que revolucionó el mundillo de la música…
A mediados y finales de década es evidente que siguieron apareciendo bandas muy, pero veo que casi sin darme cuenta me voy acercando peligrosamente a los 80, a las mallas y las J´Hayber de cordones gordotes y es que me entra un nosequé por el cuerpecito que no lo puedo remediar.
No tengo nada contra los jevis, es más, tengo amigos a los que les gusta el tema y son geniales, pero hay algo dentro de mi que es que me puede...
Para que vean cómo está siendo esta temible progresión metalera que me atormenta, ahí van algunos datos:
El primer caso empezó cuando todavía estaba en la facultad de Historia con algo nacional: el 'Volúmen Brutal' de Barón Rojo. Pese a las reticencias iniciales me lo pillé ante la recomendación de un buen amigo. Lo cierto es que antes me estuve informando, y al ver que para este disco los hermanos de Castro y compañía contaron con la colaboración del estudio de Ian Gillan, y de gente como Mel Collins y Colin Towns a los instrumentos entendí que eso no podía sonar mal. Y acerté de pleno. Disfrutable al 100%. Me encantó. ¡Mi rollo es el Rock! Como bien decían en sus letras.

El segundo paso que di fue con Judas Priest y su 'Sin After Sin' del 77. ¡Joder qué voz la de Rob! Y aunque musicalmente ya empezaban a desligarse de la vena Blues-Rock setentera para hacer algo más maquinal, más metálico y también empezaron a dejar de vestir normal para ponerse cueros brillantes de “rebelde motero” que me da bastante repelús, todavía conservaban ciertos rasgos que me flipan bastante. Lo que hicieran en adelante no me interesa mucho, ¿de momento…?
El tercer caso en el que me percaté que la cosa podía ser grave es cuando me desperté con unos cuantos discos de Motörhead en la habitación. Pero aquí creo que me salvo, ya que tengo entendido que Lemmy se considera Rockero de pura cepa y que si le vienes con el cuento de que es uno de los abanderados de Heavy es capaz de romper una botella de Bourbon -después de bebérsela, claro está- y a lo Saloon del Oeste empezar una trifulca y liarse a hostias contigo por tío lila.
Yo estoy con él. Cuando lo escucho veo a un tipo haciendo simple y llanamente R´n´R. Un poco más basto que los demás, pero R´n´R al fin de cuentas.
Y ya para finalizar el último caso de “Jeviosis Aguda” ha sido con Saxon. Un día probando por ahí leí que esta gente era la caña de la Nueva Ola del Heavy Metal Británico clásico. A mi ese adjetivo de “clásico” me llamó la atención, así que a por ellos que lancé. Me pillé la reedición del 'Wheels of Steel' y lo mismo de antes. Vale, es Heavy, pero no veo rasgo ninguno de tooodos esos clichés y tópicos horripilantes que hacen que me eche para atrás. Muy al contrario: tienen un ritmo clasicote imparable, unas guitarras que cuando se tienen que convertir en un muro de acordes lo hacen a la perfección y cuando tiene que salir un solo heróico de los de antes -algo que ahora se hecha en falta- pues también. Y además de potencia tenían melodías geniales como la de “747 (Strangers In The Night)”. Perfectos.

Pero no os dejéis engañar, que aunque luego ya de los 90 en adelante la cosa cambia y cedo un poco ¡porque hay cosas de Megadeth y de Iommi con Dio que son la releche! la aversión, la fobia y el miedo a caer en las garras estéticas y sonoras del Heavy ochentero siguen ahí, latentes.
Siento tener que contar aquí en público mis debilidades e inquietudes vitales y musicales, pero es que los loqueros salen un poco caros… ¿Vosotros qué creéis? ¿Son cosas mías? ¿Son estas las reacciones o los síntomas de alguien que está entrando en fase “Jevi”? ¿Qué debo hacer: seguir fuerte o dejarme llevar?
Hay tantas preguntas y yo mientras dejándome crecer el pelo de nuevo…

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