A determinados energúmenos no habría que darles no siquiera los buenos días. Sostres es uno de ellos.
Para entender mis palabras hay que conocer lo ocurrido en un plató de TELEMADRID, televisión pública, pagada con los impuestos de todas las personas de la Comunidad de Madrid.
Para conocer lo ocurrido, se puede pinchar en este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=bNh8dIpi_9M.
A medida que lo vas viendo, te vas enfadando con este bruto, por sus palabras ofensivas con respecto a las mujeres adultas. Y el resto de compañeros le ríe las gracias. Justo a su lado, Alfonso Ussía (otro que tal baila) le azuza e incluso en algún momento le sigue en sus comentarios mientras la conductora del programa Isabel Sansebastian le recuerda que hay niñas y niños en el programa, pero el otro, continúa con sus palabras soeces sin importarle nada de nada.
Y a este tipo de personajes se les paga por aportar sus comentarios y, además, dicen ser defensores de la cultura.
Debe ser que su defensa de los temas pasa directamente por la bragueta sin pasar por el cerebro.
Esta semana ha sido este, pero no es raro tener que escuchar comentarios soeces sobre las mujeres en su conjunto, en cualquier ámbito. Se intenta ser políticamente correctos, pero sigue habiendo energúmenos que afirman que cuando se pega a una mujer, es porque algo habrá hecho. O que siguen reivindicando el tipo de mujer con tacones de aguja y falda de tubo que apenas las dejaba moverse, o llamándonos tontas y estúpidas a aquellas que defendemos un uso del lenguaje no sexista.
Y estos tres ejemplos los he puesto, porque son de hombre teóricamente cultos y que ocupan espacios públicos importantes en el escalafón social y cultural. Estos son los modelos en los que, teóricamente, la sociedad nos tenemos que mirar. Pues las mujeres estamos listas !!!
¿Qué modelos social estamos construyendo con estos tipos de afirmaciones?, ¿Cómo se puede estar exigiendo una educación que abarque también temas como la prevención de la violencia de género, cuando esta se sigue practicando verbalmente por esas mismas personas hacia la mitad de la ciudadanía como lo somos las mujeres?
Hemos de recordar que las mujeres también pagamos impuestos. También colaboramos en el mantenimiento de sus apariciones en las televisiones públicas y que podríamos dejar de hacerlo cuando se financian programas en los que aparecen este tipo de espantajos como el susodicho Sostres o el Sánchez Dragó, también colaborador de TELEMADRID.
Este último, buscando ser original y no dejar de tomar su cuota de pantalla al que parece ser adicto, es capaz de cualquier cosa como la de afirmar en su último libre haberse acostado con dos niñas de trece años.
Y mientras, Esperanza Aguirre, máxima responsable de TELEMADRID, mirando hacia otro lado y con su silencio protegiéndoles.
Al parecer a Aguirre nadie le ha explicado que con su silencio o sus justificaciones sobre los hechos ocurridos, se convierte en cómplice de las actuaciones de estos dos tertulianos.
Además Esperanza con su protección a estos dos nos hace permite que se conviertan en ejemplo de tantos otros que amparados en la permisividad social y política demostrada con estos dos puedan campar a sus anchas y sacar a pasear sus mejores galas machistas, reaccionarias que desprecias aquello que las mujeres aportamos como ciudadanas y como seres humanos completos.
Pero que no crean que nos vamos a callar, puesto que les iremos desenmascarando poco a poco y que no olviden que seguimos siendo muchas las que cada día trabajamos por igualarnos en todo , menos en su grado de imbecilidad.
Y todo ello, pese a la desaparición del tan denostado por ellos, Ministerio de Igualdad.
Teresa Mollá Castells
[email protected]
La Ciudad de las Diosas
Revista En Femenino
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