En el mes de julio pasado, como publicáramos en la oportunidad, se dio a conocer una investigación que encendió varias alarmas: la cuenca del río Paraná está altamente contaminada con herbicidas.
La investigación, realizada por los científicos argentinos M. Etchegoyen, A. Ronco, P. Almada, M. Abelando y D. Marino, del CONICET, se llevó a cabo entre los años 2011 y 2012.
El resultado fue publicado 4 años después por la revista Environmental Monitoring and Assessment, y desde el pasado día 17 de enero puede leerse en el sitio de Springer International Publishing (en inglés) haciendo clic aquí.
Resumiendo, los investigadores afirman que la utilización de plaguicidas en la región se ha incrementado un 900% en las dos últimas décadas, asociados con la introducción de los cultivos transgénicos y las técnicas de siembra directa. Se analizaron veintitrés compuestos pesticidas mediante cromatografía de gases. Los resultados indican una distribución generalizada pero variable en las concentraciones detectadas en toda la cuenca.
Todas las concentraciones detectadas en el agua superan las pautas recomendadas para la protección de la biota acuática. Y la conclusión a la que arriban no deja lugar a dudas: la actividad agrícola es el origen. Los pesticidas se transportan por los afluentes hasta el curso de agua principal, alterando la calidad del ecosistema acuático.