Pasadas las elecciones, ha llegado la hora de establecer pactos entre partidos. Los más variopintos, los más estrambóticos, los más sinsentido: los pactos de Ciudadanos. Ceder la presidencia al PP en la Comunidad de Madrid y al PSOE en Andalucía no sé si puede considerarse “sensato”, pero desde luego parece que “cambio” no demasiado.
Cuando achacábamos esa apertura sin sentido a Ciudadanos, esa actitud de “que venga quien quiera que le doy un gobierno” ellos respondían al unísono en redes sociales que no se estaban vendiendo, que habían pactado con condiciones y habían hecho firmar un pacto anticorrupción a aquellos partidos a los que habían cedido la presidencia en Madrid, Andalucía o La Rioja. Y de eso vengo a hablar hoy aquí: el pacto anticorrupción firmado por los partidos beneficiarios no sirve absolutamente para nada
Centrémonos en Andalucía y reconstruyamos los hechos, paso a paso. No voy a entrar a valorar la sospechosa negativa de Ciudadanos de votar a favor de Susana Díaz o abstenerse en las cuatro primeras votaciones y la pasmosa facilidad a darle el Sí en la siguiente reunión, que casualmente se produce una vez terminadas las elecciones municipales. No quiero insinuar que un partido que ha venido a regenerar el sistema otorga gobiernos antes o después en función de la cercanía de comicios y se basa en criterios electoralistas, como hacen el resto de partido “viejos”. O así, quizás sí.
Hace apenas unos días, Ciudadanos y el PSOE llegaban a un acuerdo de pacto. Ciudadanos votaría a favor de Susana Díaz para otorgarle la presidencia y esta a su vez firmaría un documento con una serie de medidas que deberá cumplir en los próximos 4 años. Aquí va el bombazo: Ciudadanos no tiene ninguna capacidad parlamentaria para exigirle que cumpla estos puntos.
Para que sea más fácil de entender: en el momento en el que Ciudadanos le otorga la presidencia a Susana Díaz (o a Cristina Cifuentes en Madrid), el partido de Albert Rivera pasa automáticamente a la oposición, y pasa a ser un partido más. No, miento: con sus 9 diputados en el parlamento andaluz, Ciudadanos es el segundo partido menos influyente de toda la cámara (por detrás de IU). ¿Puede un partido de 9 diputados de 109 totales ejercer un control parlamentario sobre el partido en el gobierno? No, la verdad que no puede. Si mañana Susana Díaz en lugar de echar a Cháves decide nombrarle consejero, Ciudadanos no tiene ninguna capacidad para impedírselo.
Mucha gente puede pensar ahora mismo: “no, pero hay que darle un voto de confianza a Susana Díaz”. Posiblemente. No, la verdad es que a Susana Díaz no se le debe dar ni un metro de distancia. Y explico por qué.
De 2012 a 2015, el PSOE andaluz gobierna Andalucía en coalición con la formación Izquierda Unida, la cual exige a los socialistas la aprobación de una serie de medidas concretas, tales como un cambio en la ley electoral. Pues bien, 3 años después y necesitando el PSOE a Izquierda Unida para gobernar (si IU hubiese deshecho el pacto el PSOE pasaba a ser segunda fuerza) cumplió pocas o ninguna exigencia establecida por IU anteriormente. Sabiendo esto, ¿le va a importar mucho a Susana Díaz el documento de Ciudadanos una vez obtenga la presidencia si no necesita a ese partido para gobernar y este no puede ejercer una oposición y control real sobre ella dada su escasa representación? No demasiado.
“Si no cumple se le hace una moción de censura”, bramaban los afiliados de Ciudadanos en las redes sociales cuando les increpábamos que sirviesen el gobierno al partido que llevaba más de 30 años monopolizándolo. Ciudadanos no puede hacer una moción de censura, por dos razones principales:
- La principal excusa a pactar con el PSOE era evitar tener que repetir las elecciones. Ganar una moción de censura representaría llegar al punto que precisamente querían evitar
- Ciudadanos no tiene capacidad numérica para ejercer una moción de censura. Para lograrla necesita más de un 50% de la cámara (55 diputados), y hoy por hoy cuenta con la friolera de… 9 escaños
Y por mi parte nada más. Trataba de ser breve, y breve he acabado siendo. En la próxima entrega analizaremos por qué Ciudadanos dice ser el único partido que por estatutos repudia a los imputados y su concejal en Almería está imputado por 3 delitos, por qué rechazan los cordones sanitarios y acaban haciéndole uno al PSPV, por qué no quieren que la política se convierta en un intercambio de cromos y luego proponen al PSPV apoyarles en la Comunidad a cambio de que estos le den a Ciudadanos la ciudad de Valencia, por qué no quieren negociar a cambio de sillones y luego consiguen la vicepresidencia de la mesa de la Asamblea de Madrid, siendo este órgano de reparto proporcional y siendo Ciudadanos el partido con menos diputados en Madrid…etc. Hay mucho que comentar, pero no será hoy