A nivel técnico, denominamos a este síntoma como Dolor Abdominal Transitorio asociado al deporte (DATAD), vulgarmente conocido por todos como "Flato". Un dolor que suele producirse en deportistas y que, a día de hoy, sigue teniendo una etiología y prevención indeterminada.
¿POR QUÉ SE PRODUCE EL FLATO?
Existen multitud de hipótesis y estudios realizados, en la búsqueda del origen y prevención de este molesto síntoma. La mayoría, están basados en casos clínicos aislados, muestras de deportistas con distintas características, cuestionarios a corredores populares, etc.
Sin embargo, no se consigue llegar a una conclusión exacta del porqué se produce este dolor. Lo que está claro, es que el flato no es una molestia localizada aislada. Debe ser interpretado cmo una dolencia con entidad y sintomatología propia que permitirá que sea identificado y clínicamente diagnosticado. Entre las principales teorías que lo explican tenemos:
1. TIPO DE DEPORTISTA:
No todos sufrimos flato en la misma intensidad, en el mismo momento, con la misma frecuencia, etc. De hecho, existen estudios que relacionan la ortoestática postural, las posibles alteraciones en la columna vertebral y la predisposición a sufrir flato.
Se realizó un estudio, que puso de manifiesto la posible relación entre el DATAD, las posibles alteraciones de la columna (desviaciones, compresiones, irritación nerviosa) y el patrón postural del deportista. Del mismo modo, la excesiva rigidez o exceso de tono (hipertonía) en los músculos que estabilizan la columna, también pueden predisponer a su aparición.
Por último, la edad y la frecuencia en la que practicamos deporte , también influye en la frecuencia de aparición del DATAD. De tal forma que aquellas personas de mayor edad y que hacen más deporte suelen tener menos predisposición a sufrir este dolor, que aquellas más jóvenes o que se inician al deporte. Sin embargo la intensidad y la incidencia, no varía.
2. FALTA DE FLUJO SANGUÍNEO AL DIAFRAGMA:
Cuando practicamos deporte y dependiendo de la intensidad de este, se produce una redistribución del volumen sanguíneo. Además, aumentan las demandas de sangre desde la musculatura implicada en realizar la actividad.
De tal forma que puede producirse una falta de flujo al diafragma, músculo encargado del intercambio gaseoso, de la respiración. Al no llegarle suficiente sangre, el músculo se fatiga. ¿Cómo se manifiesta? En forma de dolor abdominal agudo que busca que nos paremos, y que pueda volver a llegarle la sangre que necesita.
Esta etiología tiene grandes lagunas, y su relación con la aparición del flato está bastante en entredicho. Sin embargo, la realización de estrategias de respiración, masajear la zona diafragmática, etc. que calman o hacen desaparecer a veces el flato, evidencian que exista algún tipo de relación directa o indirecta entre la isquemia diafragmática y el dolor.
3. CALAMBRES MUSCULARES:
Se realizó un estudio con deportistas, a los que se les sometía a electromiografías (registro eléctrico de la actividad muscular) en distintos momentos de la actividad física, con o sin dolor abdominal transitorio.
Se evidenció que no existía relación científica entre la posible aparición de calambres y la aparición del flato. Sin embargo, se aceptó que determinadas maniobras de estiramiento de la zona afectada, pueden tener un efecto beneficioso que suavice o haga desaparecer el flato.
Imagen de: ellahoy.com
4. ESTADOS POSTPRANDIALES:Dependiendo del contenido líquido y sólido que tengamos en nuestro estómago antes de la realización del deporte, se puede tener una mayor o menor predisposición a sufrir flato.
Las bebidas hipertónicas con muchos hidratos son las que más pueden provocar episodios de flato. Generan un enletecimiento del vaciado gástrico que aumenta al órgano de tamaño. Un estómago más grande, aumenta la tensión que aguantan los ligamentos, la cantidad de gases y la presión en la zona que lo recubre (el peritoneo).
Todos estos cambios, son los que con mayor probabilidad terminan desencadenando el temido flato: el aumento de la tensión de los ligamentos que soportan las vísceras y la irritación peritoneal. Estos hechos sí que han sido contrastados, y son los que más claramente produce el DATAD. Es más, esto es lo que me pasó personalmente en la Maratón de Sevilla.
5. TENSIÓN DE LOS LIGAMENTOS SUBDIAFRAGMÁTICOS:
Dependiendo del deporte que realicemos, habrá una mayor o menor predisposición sufrir el flato. Morton y Callister estudiaron la prevalencia y determinaron que la natación y la carrera, son los deportes que más predisponen a sufrir flato.
Tras ellos, la equitación (62%), las prácticas aeróbicas (52%), el baloncesto (47%) y el ciclismo (32%) son los deportes que también predisponen a sufrir este tipo de dolores. Se evidenció que aparece en deportes que suponen "movimientos repetitivos del torso, con traslación vertical".
Estos deriva en la teoría de que el flato se produce, como consecuencia del aumento de tensión de los ligamentos que van desde el diafragma hasta la zona abdominal. Primero se irritan y después terminan generando dolor. Algo que explica el porqué suele ocurrir tantísimo el flato en la carrera de fondo, en la maratón.
6. IRRITACIÓN PERITONEAL:
El peritoneo es la membrana que recubre a nuestros órganos y que está formado por dos capas, una externa adherida a la piel y una interna en contacto con los órganos. La irritación se produce cuando ambas capas se rozan demasiado entre sí.
A nivel externo, los movimientos repetitivos y bamboleantes, aumentan la fricción por la capa externa. A nivel interno, cuando el estómago está distendido (por gases, por haber comido o bebido algo de forma inadecuada), genera fricción interna.
Todo ello deriva en estimulación nerviosa que nos avisa de que algo va mal a través del dolor. Esta teoría también podría explicar la aparición del dolor que sufrimos en el hombro al hacer deporte. Básicamente porque esa zona está inervada por el nervio frénico (el mismo que le da cobertura, a parte de la zona abdominal).
Imagen de: tumedico.com
7. SOBRECARGA DIAFRAGMÁTICA:Esta teoría es la más defendida por entrenadores y deportistas. Surge, de mezclar un poco todas las hipótesis anteriores, poniendo al diafragma como principal responsable del tedioso dolor abdominal.
Esta hipótesis dicta que: el dolor se produce cuando el diafragma(director de orquesta muscular) no es capaz de coordinar: mecánica respiratoria, mecánica postural, fijación de vísceras, sincronización con el resto de órganos, etc.
Esto podría explicar el porqué al sufrir flato, pararnos, respirar bien e inclinarnos hacia adelante para reposar el diafragma, puede eliminar el dolor abdominal. Sin embargo, esta es una teoría que aún hay que demostrar de forma científica.
¿CÓMO PODEMOS PREVENIRLO?
1. Debemos evitar las posibles alteraciones posturales antes, durante y después de realizar ejercicio físico. La estabilidad y bienestar de la columna, influyen en todo el orgamismo.
2. Reforzar la musculatura abdominal y lumbar, para evitar que durante el ejercicio, se produzca una desestabilización postural y de la técnica de carrera.
3. Adaptar el organismo a la realización de ejercicio físico de forma continua y progresiva, de menos a más. Tanto a corto plazo (calentamiento) como a largo plazo (aumento de los kilómetros semanales y la velocidad).
4. Aprender a respirar adecuadamente y practicar ejercicios de respiración que mejoren nuestra capacidad, y la musculatura implicada. Aprender a respirar cuando corremos.
5. Realizar estiramientos de la zona abdominal tras la realización del ejercicio físico o después de los ejercicios respiratorios.
6. Vigilar la ingesta que realizamos antes de practicar deporte. Evitar comer entre 1-2 horas antes de salir a correr. Evitar bebidas ricas en carbohidratos, geles, zumos...antes o durante la competición, o vigilar muy bien su dosificación e ingesta para mantenernos hidratados.
7. Minimizar el impacto y el bamboleo de nuestros órganos, a través de una buena y eficaz técnica de carrera que disminuya el movimiento vertical.
8. Modificar el patrón respiratorio y realizarlo con el diafragma, no con los músculos intercostales. Respiración abdominal.
9. Evitar movimientos bruscos y patológicos durante la práctica deportiva.
10. Identificar de forma individual, que situaciones desencadenan el dolor abdominal. Buscar la forma de evitarlas o prevenirlas en base a la información anteriormente descrita.
Imagen de: ladyrun.cl
¿CÓMO PODEMOS COMBATIRLO?En el caso de que aparezca y de que lo haga con frecuencia, te recomiendo que identifiques "el porqué" de su aparición. Existen una serie de técnicas que pueden aliviar o hacer desaparecer el flato una vez que se inicia.
En primer lugar párate. De nada sirve que sigas corriendo o haciendo deporte mientras sufres. Busca un sitio seguro donde deternete y relajarte. Empieza a controlar tu respiración, inspira profundamente y espira poco a poco. Al mismo tiempo, masajea la zona abdominal y diafragmática en círculos, presionando suavemente hacia dentro.
Si sientes que tienes gases, que quieres ir al baño o que necesitas vomitar: inclínate hacia adelante formando un ángulo de 90 grados entre el miembro superior e inferior. Sigue respirando y trata de mantener la calma.
Si en unos minutos el dolor remite, empieza de nuevo a correr suavemente a un ritmo fácil y ve aumentando la intensidad poco a poco sin prisas. Buscas que no vuelva a aparecer el flato, no prolongarlo o que se mantenga. No hay prisas.
Evita las malas posturas durante la carrera. Corre erguido, sin inclinarte en exceso hacia adelante o sin realizar posturas cifóticas-lordóticas. Ve recto, no sobrecarges más una zona de tu cuerpo que la otra. Y por último, vigila tu técnica de carrera y su compás con la respiración.
Espero que la entrada os haya sido de utilidad. Recuerda compartir la información con otros corredores. Si tienes alguna duda, déjanos un comentario. ¿Alguna vez has sufrido flato? ¿Porqué crees que se produjo? ¿Cómo lo evitas o lo afrontas? Ayúdanos.
*Entrada basada en: Ayán Pérez, C. Dolor abdominal transitorio vinculado al ejercicio: causas y soluciones. Revista Andaluz de Medicina del Deporte. 2010: 3(3); 103-109.
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