Revista Cultura y Ocio
Hace unas horas ya sabemos que el cuarto reactor de la central nuclear de Fukushima está también en llamas. Dentro 50 personas luchan, exponiendo su propia vida, para que las radiaciones no salgan al exterior y no se aumente la gran tragedia que el pueblo japonés ya está padeciendo.
Primero fue el terremoto. Después el tsunami. Ahora el desastre nuclear. El propio comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, ha descrito la situación de "apocalipsis", y ha afirmado que las autoridades locales prácticamente han perdido control de la situación en la central de Fukushima.
Los residentes en zonas cercanas, cada vez menos cercanas, deben permanecer en casa para evitar las posibles radiaciones y las graves consecuencias que tendrían sobre la salud.
Las cifras de muertos y desparecidos crecen cada minuto, cada segundo. Cifras dolorosas. 3373 muertos. 8.181 desaparecidos. 26.000 rescatados. El número de fallecidos puede llegar a los 10.000.
Casi 80.000 edificios y viviendas fueron destruidos y más de medio millón de evacuados vive en unos 2.500 refugios temporales, muchos de los cuales no tienen agua potable o electricidad.
Las pérdidas económicas brutales. Se estiman en torno a los 90.000 millones de euros, aunque hay fuentes que lo elevan a los 133.000 millones de euros. Aproximadamente el 3% del PIB nipón.
Este inmenso desastre desata el debate mundial sobre energía nuclear. Un poco tarde, no les parece?
Ningún plan que se sepa para las energías renovables: "Si hubieran hecho sus deberes en su momento, si los billones destinados a la energía nuclear se hubieran empleado en investigar y explotar fuentes renovables, es decir, la energía eólica, la solar y otras, estas energías hubieran cubierto a estas alturas las necesidades energéticas muy por encima de lo que abastece la atómica".
En España, tanto el Partido Popular como el Gobierno, evitan claramente significarse mucho sobre el tema y piden calma. "El debate de la seguridad es un debate que siempre está vigente en el caso de las centrales nucleares", ha dicho la vicepresidenta económica a la entrada de la reunión de ministros de Economía de la UE.
Insiste, la señora Salgado, que el debate sobre las centrales nucleares debe hacerse de forma "calmada", "seria" y "científica".
Me pregunto cuánta calma, seriedad y ciencia se necesita para afrontar de una vez por todas un plan de desarrollo de energías renovables. Un plan "calmado, serio y científico".
21 imágenes que expresan una parte del drama.