Mieres – Asturias – 3:16 a.m
» Prepárate para soltar todo lo que te hace daño »
La frustración de querer escribir un artículo y no poder , la frustración de querer cambiar de trabajo , la frustración de una caricia que no llega, ¿ y yo?, sigo bebiendo café hasta que mis labios se vuelvan amargos , frustraciones que me ahogan y todos mis conocidos solo pueden oler mi miedo al caer.Cayendo por el pozo de la maternidad tardía de las sonrisas de mis hijos que me recuerdan a mi de niña.
Frustración al querer , que viene y me sacude esperando a que me olvide de almas que flotan en el abismo, un poema se desliza por la toga de la muerte inquieta :
flores enredadas,
flores ciegas que
gritan : ¡cobarde!
flores marchitas,
Porque lo quise.
Pero no hay dios que
nos plazca , porque
lo odio,pero me dormiría
en tus brazos , para aliviar
mis heridas que no cierran,
sabiendo que esto moriría
en nuestra adolescencia que ya no brilla.
Y las frustración sigue vagando por los valles de mis recónditos pensamientos , hay mucho amor que quiere curar estos locos aspavientos producidos por la miel de las grajas que gritan nuestros nombres al viento diciendo que el vuelo va lento muy lento.
Y tan lento que siguen creciendo las neuronas y ellas solas se multiplican y se pierden cuando tu entonas , la voz mas bella que mis oídos han conocido, ahora ninguno ya puede volar ya que estamos donde tenemos que estar.Prisioneros de barrotes irrompibles.
El tiempo no me va ha hacer olvidar la gloria que se va como un soplo de viento cuando impulsa a un insecto a un zoco.Algo tan simple como eso son nuestras vivencias en las cuerdas del infinito espacio. Y nos juramos el mundo entero con tan sólo mirarnos y todo se callo a nuestro alrededor cuando nos giramos, Asturias de fondo nos hacía volar como grandes pájaros , hasta nuestro nido flotante en las ramas del árbol parlante. El nos miraba y se reía de como se nos erizaban las plumas solo de tocarnos y hacer que el mismísimo cielo ardiera con nuestro fuego.
Estuvimos un buen rato cayendo hacia arriba solo nos percatamos cuando, no encontramos el sentido a esta cruel vida, que nos unió para darnos de merecer y castigar nuestra pobre pasión desmedida.
Para mi gran amigo Xandru allá donde estés.
Ruth Álamo.