Domina tus circunstancias a través de la fe

La vida tiene subidas y bajadas, momentos buenos y malos. No podemos afirmar que a una persona muy buena no le sucede nada malo. Si estas pasando por una enfermedad grave, o una situación económica bastante extrema, puede que sea difícil aceptarlo, pero es necesario verlo  como una realidad. La diferencia está en qué es lo que llevas a tu mente cuando pasas estos obstáculos. Cuando llegan estos momentos difíciles, podemos escoger cual será nuestra actitud al respecto.

Y siempre ponemos como condición para sentir alegría a la solución de nuestros problemas. Siempre estamos diciendo: “Me alegraré bastante cuando este sano”, “Estaré muy contento y agradecido cuando consiga un empleo”, “Seré muy feliz en cuanto deje de ser tan tímido”.

Estas actitudes, óyeme bien, jamás van a contribuir en que tus circunstancias cambien. Esto solo las prolongará. Solo estas postergando tu derecho a sentir emociones buenas, y a condenarte a seguir compadeciéndote de ti mismo por quien sabe cuánto tiempo.

El primer paso para cambiar lo exterior, es cambiar lo que pasa en el interior. No podrás experimentar una paz y armonía externa, si antes no te concentras en conseguir la paz y armonía en tu interior. Y eso solo lo conseguirás una vez cambies los pensamientos e imágenes que pones en tu mente en los momentos difíciles.

Y probablemente siempre hemos pensado que solo cuando logremos lo que queremos seremos felices. Pero, debes invertir el proceso para poder experimentar más bendiciones en tu vida. Debes sentirte regocijado y verte como una persona ganadora, que mantiene su mente en cosas como la abundancia, la salud, el amor, la alegría, la fe. Los momentos que hacen la diferencia en la vida son los que están cargados de emociones positivas.

Puedes decidir si lo que vives es positivo o negativo. Si crees que no vas a salir de donde estas, que no te vas a recuperar, si crees que no hay caso, tienes razón. Uno se convierte en lo que cree.

Pero, si al contrario. Piensas en que si una puerta se cierra, otra mucho más grande y mejor se abrirá después, entonces estas trabajando el musculo espiritual más fuerte que tenemos como seres humanos: La fe.

Cuando tenemos fe, el miedo desaparece. Porque adquirimos confianza y certeza de que vendrán tiempos mejores, sintiéndote como te sentirás cuando eso pase.  Aun, cuando no sepas como ni cuando solucionar tu situación, si mantienes en tu mente la posibilidad infalible de mejoría, tu modo de actuar será diferente y te conducirá a encontrar la salida. Eso te lo garantizo.

Sabemos que nunca antes el hombre ha alcanzado un desarrollo tan grande como el que vemos ante nuestros ojos. Quizá hace algún tiempo alguien pronosticó un avance tan grande y acelerado en la ciencia y la tecnología. Y sabemos que todo esto ha nacido gracias a que el hombre ha concebido esto primero en su mente. Un Ingeniero que quiere crear un prototipo, primero elabora una imagen en planos para poder maternizarlo.

Un pintor, antes de comenzar a elaborar su obra, concibe la imagen en su mente para poderla materializar en el cuadro que va a pintar. Un músico primero siente y escucha en su mente como va a ser su próxima composición, para luego tocar su instrumento y hacer verdadera música.

Mientras tengamos en nuestra mente la visión de que no solo superaremos nuestro actual obstáculo, sino que alcanzaremos sueños mucho más grandes, ten la seguridad de que podrás dominar tu vida y concebir una felicidad no como un sueño, sino como una dulce imagen creada por ti mismo.