
Hemos cogido la ruta corta (una es de 6km y la otra es de 7km), aunque es la que más me cuesta a mi...íbamos los dos bastante agotados y más lentos que de costumbre. Al llegar a la cafetería en la que últimamente solemos desayunar, estaba llena de ciclistas.. y es que los sábados y los domingos quedan allí, y como hemos llegado más tarde, pues como que no había mucho sitio dónde elegir. Mesa había, pero rodeados de ciclistas.. que unos se sientas, otros no, que hablan a gritos y es bastante incómodo.. Así que hemos decidido ir a la peatonal (hay varias cafeterías allí y además estamos más cerca de casa, por aquello de si tenemos una urgencia ir al wc). Y nos hemos sentado, nos han servido super bien, además super amable el profesional que nos ha atendido, y nos ha gustado más.. así que seguro que ahora iremos allí.. Nosotros somos de los que nos da por un sitio, vamos muy de seguido, y de repente por cualquier circunstancia.. (está lleno, no han abierto a la hora que vamos.. o cualquier cosa que nos pueda importunar) cambiamos.. Y de allí nos hemos ido a comprar churros para Alejandra (aquí se llaman churros, pero yo los he llamado toda la vida porras, pero aquí a los churros, les llaman churros finos, y a las porras churros). No había cola en los churros, así que nos hemos entretenido hablando un rato con los churreros (madre e hijo), super agradables, además siempre nos ponen más chulos de regalo.. Me han preguntado por la mascarilla que llevo yo, ya que es bastante más cómoda que las que llevan gomas.. y nos han dicho que siempre nos ven caminar, que qué pronto salíamos y esas cosas.. Julián ha pensado el próximo día regalarles una mascarilla de estas que tengo yo, que son lavables, super cómodas y que los filtros también se pueden lavar... A ver si el próximo domingo nos acordamos y nos echamos alguna en la mochila y se las regalamos.. Compramos 5, y de momento solo las usamos Alejandra y yo, así que tenemos nuevas y sin usar 3., todo será acordarse.
Hemos llegado a casa pasadas las 8 de la mañana, Alejandra seguía durmiendo, así que nos hemos preparado los zumos, le he dejado preparado a la Alejandra el desayuno para cuando se levante (que tiene las porras), y he recogido por aquí y por allá.

