Domingo Díaz durante la Copa de la Reina de Torrejón de Ardoz de 2014. Foto: Alberto Nevado / FEB.
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"Con la creación del CB Islas Canarias intentamos salvar a nuestra juventud. En los 60 y 70 hubo el boom turístico y entró mucha droga en Canarias. Nos dimos cuenta de que quien estaba en la cancha tomaba otro camino. No fue el caso de grandes amistades mías... Una desgracia...", cuenta Domingo Díaz (Las Palmas de Gran Canaria, 1955), presidente y alma máter junto a su mujer, Begoña Santana, de un sueño que empezó con un equipo infantil, un júnior y un sénior provincial y que se ha convertido en un vivero de grandes talentos y en el decano de la Liga Femenina Endesa. "Al principio hicimos muchos fichajes en la calle. Hablábamos con sus familias para que les apuntasen al baloncesto", confiesa Domingo Díaz. Es auténtico y directo, sin filtros ni maquillaje, y parece una enciclopedia humana. No deja indiferente a nadie.
—El CB Islas Canarias empezó siendo un proyecto más social que deportivo. Así es. ¿Y qué pasó? Empezamos a ganar y, al final, nos hemos dedicado más a lo deportivo sin abandonar lo social. Mi gran satisfacción no es que hayamos formado a muchas campeonas, sino a personas, que en la vida se encuentran lo que les ocurre en un pabellón: la competición por una oposición, un puesto de trabajo, una pareja... La única diferencia es el escenario. —Fuiste profesor de matemáticas, educación física y ciencias naturales en primaria. ¿Las matemáticas son divertidas? Para mí, sí, y me esforzaba para que la clase las disfrutase. Tanto el baloncesto como las matemáticas te exigen desarrollar la mente y tomar decisiones. —Nunca había leído que alguien se retratase como "entrenador de baloncesto jubilado". [Risas]. Me da miedo pisar una pista de baloncesto porque me encanta entrenar y enseñar, y quiero olvidarme cuanto antes de mi etapa como técnico y formador. Prefiero centrarme en la presidencia del club, que me absorbe muchas horas.
El presidente del CB Islas Canarias. Foto: EFE.
—Nunca dejarás de ser entrenador. Lo seré hasta mi último segundo de vida. Tarde o temprano acabo comentándole alguna cosa al entrenador y a las jugadoras... Sigo viviendo y sufriendo mucho los partidos... En definitiva, intento estar lo más lejos posible de la cancha y que otras personas tomen las decisiones. Por mi parte trataré de que el equipo sea el mejor posible. —¿Opinas en los fichajes?Intento que sea el entrenador quien escoja. Echo una mano en lo que puedo y establezco los límites económicos. —¿Ahora mismo hasta dónde puede llegar el CB Islas Canarias?La Liga Femenina Endesa se está profesionalizando demasiado rápido y creo que habría que ir más poco a poco. Es una competición muy cara y el tiempo dirá si es el momento de manejar esas cantidades. Hay grandes plantillas y dar muchos minutos a las jóvenes puede ser hasta contraproducente. Además, los clubes formadores no podemos competir con los grandes recursos y presupuestos de las universidades americanas. Luego, esas jugadoras ya no vuelven a su club de origen y se han ido... A coste cero. Un club que prepara durante un tiempo a una jugadora e invierte en ella debería recibir una compensación. Cuando empecé en el baloncesto femenino, la FEB pagaba por llevarse a las niñas a las selecciones.Euforia en un momento eterno para el club: la Copa Ronchetti de 1999. Foto: CB Islas Canarias.
—¿Eso duró mucho tiempo?Creo que uno o dos años más de que empecé en el baloncesto femenino. Muchas veces te compensaban con material deportivo. ¿Por qué a Pau Gasol le hacen un gran seguro de lesión cuando juega con la selección? Porque la NBA lo obliga. ¿Qué pasa si una cadete o una júnior me vienen lesionadas de la selección y se pierden la temporada? —Domingo, me da la sensación de que más de una vez te has sentido incomprendido... [Se ríe]. —¿Todavía te pasa? Bueno... Ya estoy tan curado de espantos... A veces me siento totalmente indefenso, como cuando se dio por concluida la temporada por la pandemia. Se tomó una medida que nos perjudicó. —¿Cuántas jugadoras del primer equipo del curso pasado podían vivir del baloncesto? Teníamos un grupo bastante profesionalizado y podíamos jugar entre semana sin problemas. Por eso le hice el favor de aplazar nuestro partido al RACA Granada para que jugase un miércoles aquí y el sábado, en Lanzarote ante el Magec Tías. Ese encuentro nos ha salido caro porque la competición se suspendió y no pudimos disputarlo.
Las campeonas de la Copa Ronchetti. Imagen: CB Islas Canarias.
—En el caso de que hubieseis ganado al RACA Granada, se habría dado un triple empate entre vosotras, el Fundación Navarra Baloncesto Ardoi y el Bàsquet Femení Sant Adrià, que seguiría siendo el líder del grupo B. No es correcto. Para decidir un triple empate se necesita que los tres equipos implicados hayan disputado todos los partidos entre ellos, y el Fundación Navarra Baloncesto Ardoi-Bàsquet Femení Sant Adrià no se jugó. Así que el basket average era incompleto. El Fundación Navarra Baloncesto Ardoi no había perdido en casa, y de haber mantenido esa racha, habríamos sido nosotras las primeras y el Bàsquet Femení Sant Adrià, tercero. Así que el criterio tenía que haber sido la última jornada de la primera vuelta y que contase el average general. El CB Islas Canarias era primero. —Pero, por ejemplo, teníais que vencer al RACA Granada. La victoria no era segura. De acuerdo. En Granada les habíamos ganado por 59-95, es decir, por 36 puntos. —El Bàsquet Femení Sant Adrià también había superado con mucha suficiencia al Fundación Navarra Baloncesto Ardoi en el Marina Besòs: 89-55. 34 puntos de diferencia ante un rival con bajas importantes. Los precedentes no te aseguran nada... Es igual. Era injusto que se tomase como referencia una clasificación con partidos pendientes, y lo habría sido incluso jugándose la fase de ascenso a Liga Femenina 2, ya que la configuración de los grupos se habría visto afectada. ¿Por qué no contó la clasificación de la primera vuelta? Ése es el baremo, por ejemplo, para escoger qué equipos de Liga Femenina Endesa disputan la Copa de la Reina y era el más justo, ya que todos los equipos tenían los mismos partidos y se habían enfrentado al resto una vez.
Domingo Díaz dando instrucciones a Astou Ndour y Yurena Díaz. Foto: Alberto Nevado / FEB.
—Al final os ha salido bien: jugaréis en la Liga Femenina Endesa. Queríamos subir en la pista y no pudo ser. O en los despachos, y tampoco. El 17 de abril solicité por escrito a la FEB una plaza para la Liga Femenina Endesa 2020-2021 viendo que lo más probable era que no se disputasen más jornadas de la liga regular ni la fase de ascenso, que queríamos organizar. En el comunicado destacaba nuestra gran inversión por volver a la élite en nuestro 40º aniversario y que somos el club con más temporadas (34 consecutivas) en la máxima categoría. Le envié el correo también a la Federación de Baloncesto de Gran Canaria. —A finales de mayo, la Comisión Delegada de la FEB anunció el ascenso del Estudiantes y el Bàsquet Femení Sant Adrià, líderes del grupo A y B, respectivamente, "al no poder garantizarse las medidas sanitarias establecidas en el protocolo sanitario ni en el principio de competición en igualdad de condiciones". Fue entonces cuando recurrimos al Consejo Superior de Deportes y no obtuvimos respuesta. Si hemos acabado subiendo ha sido por nuestra excelente relación con el Bàsquet Femení Sant Adrià, rival en un sinfín de finales de campeonatos de España y con quien hicimos la permuta de la plaza. Se dejaron la piel para conseguir el patrocinador que necesitaban para volver a la máxima categoría, pero no pudo ser. Por nuestra parte, soñábamos con regresar a la Liga Femenina Endesa en nuestro 40º aniversario. Y ahí estaremos. —Se han cumplido 21 años del gran título del CB Islas Canarias, la Copa Ronchetti, actual Eurocup. Éramos un equipo que jugaba muy bien y difícil de superar. Nos colamos en una competición con equipos de mucho más presupuesto y algunos de Euroliga y... ¡Tocamos el cielo! Enlaces relacionados