Revista Cultura y Ocio
BLUES DEL VENCIDO
Para Alfonso X. Rabanal
Estaba sentado en aquella cervecería
solo como siempre
cuando de pronto pensó
mierda
cualquier día se me para el corazón
o revienta una vena o me atropella un auto.
A través del ventanal veía el frío de noviembre
la gente gris, apresurada y seria
y la lluvia cayéndoles encima como a salivazos.
Sacó un pitillo, lo encendió,
se arrellanó en la silla, dio un buen trago,
qué bien que no tenga porvenir,
se dijo,
qué bueno que el futuro
no exista
PATRIA
En muchos puebloslas banderas más amadaseran las de los monos de trabajo-azul o blanco o verde oliva-ondeando, puesto a secaren los tendederos
Domingo López. Llegar hasta aquí. II Premio de Poesía Origami. Editorial Origami, abril de 2014. Cubierta de Julia D. Velázquez.