Revista América Latina
Hoy la Republica Dominicana se viste de negro. Organizaciones civiles y sociales han convocado a sendas actividades masivas para esta tarde en monumentos emblemáticos del país. El “Domingo Negro”, debido a la vestimenta a ser usado por los participantes, nace de la rabia y frustración de un pueblo al ver como las promesas de campaña electoral se volvieron aire.En la ciudad capital, en las plazas de la Patria e Independencia, se reunirán aquellos que sienten que su gobierno los ha traicionado con una reforma fiscal que busca rellenar el hoyo fiscal dejado por la anterior edición del gobierno del PLD. En el monumento de Santiago será lo mismo. En San Pedro de Macorís un grupo de jóvenes convoca a una concentración a partir de las 4:00 pm en el parque Duarte. Todos con vestimentas negras, pancartas y velas en repudio a la reforma fiscal.El pueblo no quiere pagar lo que otros se robaron. Pero es algo irónico el notar que, quienes convocan, son jóvenes y personas de la clase media. Es interesante ver como la clase pobre y más afectada casi ni se siente. Esto se explica al temor por parte de los pobres de represarías del gobierno (retiro de las ayudas vía la tarjeta Solidaridad, SENASA y obras comunitarias). Las redes sociales se han convertido en medios masivos de convocación. Aunque en San Pedro de Macorís se siente lenta la situación. Es común en Facebook y Twitter leer consignas contra la reforma. Ver fotos de perfil presentando lazos negros o la bandera nacional de ese color. Ciertamente las protestas no son para evitar que se apruebe (ya se hizo ayer); sino, más bien, para mostrar al presidente Danilo Medina que el pueblo, una parte significativa del mismo, se siente traicionado.La detonante popular la puso el primer y hasta ahora único caído en las protestas contra la reforma. El joven estudiante de medicina abatido por la policía. Solo se cancelo y se puso a disposición a un infeliz raso; pero nada de condenar a quienes dieron la orden (aquellos de alto nivel) de que se dispare a los manifestantes. ¿Esto es democracia? ¿Esto es seguridad ciudadana? El Domingo Negro nace del pueblo. El mismo sabe que no puede contar con la oposición pues la misma se vendió desde antes de las elecciones. Tampoco puede contar con los sindicalistas que solo buscan lo suyo. Ni con la Iglesia cuyos jerarcas principales no han dicho nada. Como es propio vendrán amenazas, y subterfugios para mitigar o por lo menos restar poder a la protesta. Veremos cómo las cosas marchan.