Es un momento bonito, la ves dormir como un angelito, sudar (porque ella en la teta lo da todo), y disfrutar de la cercanía y de su chupete carnal. Un momento idílico vaya.
Pero, ¿Os imaginais poner la lavadora, planchar.... y demás con la mente o desde el móvil? Porque yo lo más útil que he hecho en esos ratos ha sido la lista de la compra o ver una peli.
Imaginaos esto pero tumbada de lado y con una sóla mano
Algunos me dirán "quítale la teta, déjala llorar y que se duerma solita". A esa gente como no podría contestarla sin que me llevaran los demonios.... no contesto y que deje de leer si quiere.
Recuerdo un tweet de ayer en el que acabé escribiendo que si fuéramos como Afrodita la de Mazinger Z podríamos decir "¡¡Pechos fuera!!" y que los bebés se quedaran dormidos con la teta de la mano. Porque a Coquito no se le puede hacer el lío, ella sabe lo que es un chupete y eso una teta no es.
Pechos fueraaaa
Siguiendo con el asunto. Muchas madres que dan el pecho y ven que sus bebés pasan horas en la teta piensan en algún momento que podrían estar haciendo algo más. Si querias ducharte o hacer pis... no te digo nada porque eso requiere tu propio cuerpo. Pero para otras tareas me imagino con un robot o con una casa tecnológica como del futuro. Y para eso está la domótica y los robots. Algo podéis leer y haceros una idea sobre la domótica en esta página. Eso sí no es apta para todos los bosillos (para el mío no claro)
Así que mientras inventan algo útil para hacer mientras teteamos si no nos vence el sueño antes, yo seguiré escribiendo post en esos ratos. Son mis ratos siesta-teta-blog. Esos ratos que aprovecho a leer y comentar vuestros blogs y a escribir en el mío. Ahora os explicáis por qué la mitad de las veces las imágenes están descuadradas o el teclado del movil se ha trabado y acabo escribiendo algo sin sentido. Y quizás si no me echara con Coquito no tendría tiempo para dedicarle al blog, porque tendría que estar haciendo la colada, adelantando comidas o acabaría viendo la televisión.
Podemos decir que es entonces un rato en el que me obligo a descansar y desconectar gracias a ella.