A Joseph Gordon-Levitt yo ya le tenía un especial cariño desde que apareció en la película 10 razones para odiarte, que fue una de las películas de mi adolescencia. Desde entonces no le he perdido la pista, y aunque no pueda decir que sea mi actor favorito y que me encanta todo lo que hace, la verdad es que está en ese grupo de actores que dan mucho gustico porque en general molan bastante en sus papeles. Por eso, cuando me enteré de que iba a ponerse detrás de las cámaras por primera vez en su vida, yo no me lo quise perder.
El muchachico, con Don Jon, ya me tenía ganada desde el principio por otro motivo: el hecho de tratar un tema como la sexualidad masculina y la adicción al sexo desde un punto de vista bastante distante de... por ejemplo American Pie. No me malinterpretáis, tampoco quiero decir que no me guste cómo lo tratan en American Pie, solo quiero decir que me parece interesante que se haga una comedia sobre sexo sin necesidad de que el sexo se convierta en el chascarrillo continuo de la película.
Don Jon es un jovencito que tiene todo aquello con los que muchos han soñado: un pisito bien mono, un coche bien chuli, unos musculitos bien puestos y una chica cada noche. Pero nada en la vida le causa tanta satisfacción como sus raticos de sentarse a ver porno. Porque el porno es mucho mejor que la vida real, donde las cosas no pasan como en las películas. Todo su mundo cambia cuando conoce a una mujer de la que cree haberse enamorado, y no es para menos, pues la chica, encanto, tiene. Pero ni siquiera el amor puede frenar su adicción a la pornografía.
El gran punto a favor de esta película, en mi opinión, es su libertad. Mientras que de una estrellita de Hollywood te podías esperar un producto mucho más atado a clichés, Gordon-Levitt presenta el universo del sexo en el siglo XXI con total libertad y sin ningún tipo de autocensura, a la vez que logra, además, no resultar en ningún momento "desagradable". Y entrecomillo el desagradable porque el sexo no desagrada, pero ya sabéis: que no es una película que ni busca ni pretende escandalizar con sus escenas de sexo y pornografía.
Otra de las cosas que más me ha gustado de Don Jon es su duo/trío protagonista. Duo porque los que están por encima de todos los demás son el propio Joseph Gordon-Levitt y la espectacular Scarlett Johansson, que lejos de encontrarse arropada por una película de Woody Allen logra brillar como, y creo que lo digo convencida y de verdad, nunca jamás la había visto.
De una manera que sencilla parece pero que no lo es, este director novel nos va dejando caer un montón de detalles sobre la juventud que nos ha tocado vivir: dominada por la explotación de la imagen, las apariencias, y vacía de sentimientos reales. La llegada de la tercera en discordia, compañera de clase del protagonista y que completa este trío y ayuda a la resolución del conflicto del protagonista, quizás sea una personaje un poco obvio, y quizás esta sea la única pega que le pongo a esta película.
Por todo lo demás creo que Don Jon es una comedia muy disfrutable a muchos niveles, y espero que Joseph Gordon-Levitt siga dejándose ver tanto delante como detrás de las cámaras, pues está claro que este chico sabe entender y contar una historia. Un copón de película para el niño de Cosas de Marcianos. ¿Quién nos podría haber dicho a nosotros que ese niño con una melena que dejaba mucho que desear podría llegar tan lejos?