Don Juan Carlos I de España: “Ahora solo pienso en mi”.

Para terminar esta maravillosa semana de julio cargada de dimes y diretes políticos, de ausencias o presencias en el Congreso y de mociones y conmociones, he elegido un tema más agradable o por lo menos, menos polémico. Me gustaría hablar de la recuperación del Rey Don Juan Carlos.

Tras más de cuatro días visitando Marruecos, el monarca español hizo unas declaraciones que me han llamado poderosamente la atención por el doble sentido que se puede sacar a sus palabras. Ante la ya habitual pregunta sobre su salud, Don Juan Carlos contestó: “Esta vez voy a mi ritmo, Ahora solo pienso en mi”. Y claro, esta última frase es la que quizá se puede malinterpretar.

Porque, está bien Don Juan Carlos, su salud no es muy óptima y quizá esa actividad frenética que tiene no sea la adecuada. Eso de ser Rey tiene que ser muy estresante cuando tienes que viajar y representar al país en otros lugares del globo terráqueo y más cuando ese país está dando una imagen bochornosa e incluso cuando dentro de la propia Casa Real tampoco se está dando un ejemplo manifiesto de lo que es transparencia.

Pero de ahí a “ahora solo pienso en mi” cuando tenemos millones de parados en España, pobreza, hambruna y son muchos los ciudadanos de este país los que no tienen ni para irse a un mísero safari, no es el momento, aunque usted esté delicado de salud, de decir que ahora solo va a pensar en usted.

Quizá habría sido más conveniente que dijera: voy a intentar recuperarme mejor para realizar la gran tarea que desempeño óptimamente sin forzar la máquina, que de repente me parto algo y al día siguiente estoy saliendo de viaje a defender la Marca España. Ni que fuera Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa después de una caída en moto para sobreponerse a sus lesiones de un día para otro.

Aunque interpretaciones varias siempre se pueden hacer de grandes frases porque yo aún me pregunto qué quiso decir el señor Mariano Rajoy ante una segunda cuestión que le formulaban y que giraba en torno a Luis Bárcenas al responder “la segunda ya  tal”. Porque vaya respuesta para enmarcar. Y si se fijan ya me he vuelto a salir del tema.

Pero volviendo al asunto “real” de esta real historia, para que nuestro Rey tenga una recuperación total y pueda disfrutar de una tercera juventud plena y digna, mejor deje que sea su hijo el príncipe Felipe el que ocupe el trono y disfrute de su jubilación tranquila y sosegada que bastante ha hecho por España, no todo el mundo es capaz de hacer callar al fallecido Hugo Chávez.

Así que majestad, deje paso a la nueva generación y piense en su salud y en esta ocasión más ya que cabría recordarle que los “asuntos de palacio, van despacio”.

Esta es la crónica habitual de un día como otro cualquiera…