Bestalia Ibarra
Como Trabajadora Social sería contradictorio ir en contra de medidas asistencialistas que busquen bajar los niveles de pobreza extrema en un porcentaje de la población desasistida, vulnerable y con bajos niveles nutricionales; pero desarrollar políticas sociales de base asistencialista solo bajo el enfoque de mejorar las condiciones de vida sin que se desarrollen procesos de concientización que eleven las capacidades productivas de las personas, a la larga lejos de lograr la erradicación de la pobreza y una mayor equidad, desarrolla en la psique de las y los individuos dependencia, oportunismo y viveza criolla donde en la mayoría de los casos es el más vivo y no el más necesitado o necesitada quien se beneficia. El asistencialismo no puede ser el enfoque central dentro de las políticas de un sistema que propende a ser socialista, ya que multiplica endógenamente lo que queremos combatir (individualismo, egoísmo, baja solidaridad), en definitiva producimos MÁS POBREZA, pero políticamente se ha entendido que bajo medidas asistencialistas y dadivosas se garantizan votos. La cruda realidad nos ha dado en lo más hondo, no es regalando que se garantizan votos. ¿Cuáles son las causas y los efectos de la pobreza? Lo primero a reflejar es sin duda la inequidad existente entre pobres y ricos, el bajo nivel educativo de la población sujeta de atención, niveles de desnutrición que repercuten en la concentración y desarrollo de los niños y niñas dentro de su proceso de educación y un sistema de seguridad social que no llega a los más desposeídos. Bajo estos parámetros no podemos poner en duda la importancia de políticas sociales asistencialistas enfocados a estos sectores culturalmente marginados por los gobiernos de turno, pero el asistencialismo no puede convertirse en el centro, en la columna vertebral del sistema político y menos aún si nos concebimos como socialistas. Desde 2010 hasta el 2017 lejos de bajar los niveles de pobreza en Venezuela se han incrementado, hubo un auge importante dentro de la economía venezolana entre los años 2005 al 2010, pero podemos asegurar que se han agudizado las problemáticas sociales producto de inequidades sociales entre los años 2012 y 2015, tenemos medidas alimenticias importantes a Dios gracias los sectores más vulnerables de nuestra población no han llegado a los niveles de hambre que padecíamos en la IV República, pero los niveles de inseguridad que se viven en nuestros barrios no es nada normal, los sistemas asistenciales de salud mermaron considerablemente del 2012 para acá, el bachaqueo y el robo del pueblo contra el pueblo deja a la luz que no hemos avanzado en crear conciencia socialista en nuestros sectores populares, en el barrio opera la ley del más fuerte y del más vivo, no importa quién necesita más, quien es el más desvalido o desvalida, en los Consejos Comunales tristemente operan los mismos vicios que se vislumbran en las Instituciones: el amiguismo, el nepotismo, la corrupción. Como gobierno no podemos creer que la sola implementación de políticas asistencialistas, sin apuntar hacia la erradicación de las causas profundas de dependencia y atraso en nuestros sectores más necesitados sea la fórmula para solucionar los problemas sociales que además van más allá de lo material, es una pobreza mental, de conciencia y hasta cultural la que debemos enfocarnos en erradicar como socialistas. Misiones como “Vuelvan Caras”; “Ché Guevara” y el tercer motor: “Moral y Luces” que tristemente desaparecieron eran fundamentales en el despertar de la conciencia socialista por parte de nuestros sectores más desasistidos. El lanzamiento de la Misión Vuelvan Caras fue anunciado el 18 de enero de 2004 en el programa Aló Presidente nº 178: “…la Misión Vuelvan Caras va a ser una línea estratégica de incorporación de la mano de obra, del trabajo, de grandes masas que hoy están desempleadas… A través de la Misión Vuelvan Caras se van primero a capacitar, o a incrementar su capacitación porque nadie es ignorante completamente… vamos a incrementar la capacidad técnica sobre todo, en muchas áreas: agricultura, infraestructura, pequeña y mediana industria, turismo, etc. y luego incorporarlos a los proyectos de desarrollo integral, de desarrollo socioeconómico que incluye el área petrolera, la petroquímica, el plástico…” ¿Por qué muere una Misión tan hermosa e importante? ¿Por qué más allá de regalar, no avanzamos al despertar de la conciencia productiva? Al principio, la rectoría de la Misión estuvo a cargo del ministerio del Trabajo, representado por la ministra Maria Cristina Iglesias, y su atribución era la de garantizar la beca y el financiamiento a los formados por la Misión para constituir cooperativas. Participaron también el ministerio de Producción y Comercio, cuya atribución era otorgar infraestructura e insumos para la capacitación de los integrantes de la Misión; el Ejército, representado por el Comandante Raúl Baduel y el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE). Todas estas instancias respaldaron la propuesta formativa de constitución de la Misión. El presidente de la República dio instrucciones a la ministra del Trabajo para que se adelantara el diseño de los planes productivos, especialmente en materia pesquera, forestal y ganadera. FALLAS DE LA MISIÓN:- La Misión se diseñó sobre la marcha y respondió a la presión social y política sentida por el gobierno para transferir recursos a los más excluidos. De esto quedó una institucionalidad que reprodujo los vicios y las lógicas burocráticas.
- La Misión comenzó con muchos tropiezos. El diseño fue improvisado y accidentado. Por ejemplo, los NUDES no fueron estudiados de acuerdo con la potencialidad y necesidades de cada región. En este sentido, se hizo mucho énfasis en la agricultura, aun en zonas que por sus características no estaban facultadas para esta actividad
- Falta de compromiso por parte de los organismos y equipos involucrados con el proceso de instrumentación de la misión.
- La infraestructura de capacitación no estaba acondicionada para los objetivos que debía cumplir la Misión.
- Desde el punto de vista de las instituciones, el proceso fue en algunos casos “traumático, difícil… muchos de los lanceros comenzaron a capacitarse sin agua, sin luz… todo dependiendo de la voluntad de la gente…”.
- La capacitación no fue sistemática ni igual para todos los participantes debido a que la selección de los instructores no siguió un proceso riguroso.
- Muchos instructores no estaban preparados ni sensibilizados para trabajar con los participantes.
- No hubo entrega permanente de materiales de capacitación por irregularidad en el suministro de los recursos.
- FOGADE no daba la tierra; algunos tenían una parcela y decían: ‘Bueno, en mi parcela podemos practicar’.
- Por la premura, por la inmediatez de la apertura de la misma, no dio chance de reflexionar sobre cuáles eran el grueso de las salidas que debían ofertar, cuáles eran los sitios en donde debían ofertar y también de filtrar las personas que necesitaban realmente la formación.
Chávez te lo juro… La derecha apátrida más nunca volverá!!!