Revista Opinión

Don Rosauro Tonante Dualis (reedición)

Publicado el 05 enero 2014 por Miguelmerino

 

Don Rosauro es contradicción o error. Yo creo que más error que contradicción, de hecho empieza por ser un error de concordancia, no concuerda en género, el nombre adjetivado. También es contradicción, a lo mejor, hasta más contradicción que error. Si don Rosauro eligiera subir la escalera mecánica, es seguro que lo haría por la de bajada. Y pobre escalera por negarse a subir. Si de primer plato eligiera vichyssoise, la devolvería a la cocina por estar fría. Y pobre del cocinero. Son las cosas de don Rosauro, que cuando dice sí, es que sí, que no, que no sé, que a lo mejor, que atrápeme esa mosca por el rabo. No, no es gallego, sería muy tópico y don Rosauro es típico, atípico y mediopensionista, pero no es de uso tópico. Ni siquiera se sabe que uso tiene. Quiero decir, que no se sabe para que se puede usar, no si ha sido usado, que esos, son otros lópez.

Don Rosauro  Tonante Dualis, nació, porque nacer, nació, no se puede decir que no naciera. La pregunta es: ¿Cuál es la pregunta? Pues eso, no le preguntes; porque si te contesta, malo, y si no te contesta, peor. Además, ni importa cuando, ni importa donde nació. Lo trascendental para él y para quien le conozca es el hecho en sí. Lo cual ocurre con cualquier hijo de vecino, no veo porque se ha de señalar, pero señalado queda, por si a alguien le pudiera servir con aprovechamiento.

Don Rosauro tiene otras cualidades además de las señaladas. Quede aquí constancia de ello, aunque dicha constancia no sea pormenorizada, por no alargar en demasía la entrada. ¿Quiere esto decir que las cualidades no son merecedoras de ser pormenorizadas? El sólo hecho de preguntarlo es una ofensa; al narrador, servidor de usted, o al susodicho don Rosauro, servidor de a quien quiera servir, que para algo servirá, digo yo, que todo tiene al menos un usar y después tirar.

Y doy por finalizado el retrato de Don Rosauro Tonante Dualis, que en el próximo carnaval se disfrazará de clavellina, no estando muy afortunado en el disfraz, pues un pétalo no puede ocultar a otro. Ahora que lo pienso: error. El mejor sitio para esconder un árbol es en un bosque.

¡Enhorabuena don Rosauro por su futuro disfraz!


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