Así empieza la cosa.
En este juego flash, encarnamos a un hombre que se encuentra ante la tumba de su amada, decide dar media vuelta y comienza un viaje hacia las profundidades de una cueva, armado solo con una pistola. No hay ninguna explicación de la trama, ni media palabra. Si no fuera obvio, decir que se encuentra ante la tumba de una chica sería hasta demasiado suponer. Pero a lo largo del juego, se va configurando una historia simple pero con reminiscencias del mito de Orfeo y Eurídice (ya veréis por qué al derrotar al último enemigo) y que puede quedar fácilmente grabada en la memoria.A lo largo de las diferentes fases, donde nos enfrentaremos a serpientes, murciélagos, demonios, plataformas y trampas de varios tipos, el juego hace gala de unos gráficos minimalistas que consiguen ser bellos con cuatro colores contados. El sonido también resulta mínimo durante la mayor parte del tiempo, pero gana protagonismo en ciertos momentos clave.
Un momento plataformero del juego. No siempre es así.
Aunque se trata de un plataformas de acción, Don't Look Back tiene algo que podríamos calificar de mecánica de puzzle: al morir en cualquiera de las breves pantallas reapareceremos de nuevo al comienzo de ese reto concreto, y una vez dominado el tempo y teniendo claro lo que hay que hacer, es mucho más sencillo avanzar. Esto ocurre también con los bosses, que tienen sus trucos.Así pues, según la habilidad de cada cual puede resultar un juego que entretenga durante bastante rato hasta llegar al final. Un final bastante curioso, por ponerle un adjetivo.
Este juego de Terry Cavanagh fue noticia hace una semana porque se publicó su adaptación para Android e iOS, descargable de forma completamente gratuita.
En PC, es jugable online desde Kongregate.
Gameplay de la nueva versión para móviles, prácticamente idéntica a la de sobremesa.