Revista Opinión

Don Tancreo en Moncloa y una esperanza

Publicado el 22 febrero 2016 por Manuelvicente

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El espectáculo que están ofreciendo los cuatro dirigentes más votados el 20-D está siendo bochornoso con todos los cuantificadores posibles. Empeñados en salvar su imagen personal por encima de la defensa de los intereses de los españoles, los cuatro se dedican a pregonar falsas voluntades de pactos que de antemano saben que concluirán en fracaso, lo cual, en este contexto social, es de una desfachatez tremenda.

Pedro Sánchez ofrece a Podemos un acuerdo que realmente ni quiere ni le interesa. ¿Cómo trata de abortarlo sin quedar mal? Exigiendo que también lo firme Ciudadanos.

Pablo Iglesias ofrece a Pedro Sánchez un acuerdo que ni quiere ni le interesa. ¿Cómo trata de abortarlo sin quedar mal? Poniendo condiciones máximas que sabe de antemano que el PSOE no aceptará, aunque Pedro Sánchez sí firmaría con tal de ser presidente del Gobierno.

Albert Rivera es el chico obediente al poder económico-financiero encargado de consolidar el bipartidismo, por lo que negocia cualquier cosa con el PSOE en un intento de presionar al PP para que suscriba un acuerdo similar. A la vez, intenta desgastar a Mariano Rajoy y a Pedro Sánchez para surgir como el líder salvador del país y ostentar la Presidencia del Gobierno. Su ambición alcanza niveles de mesianismo.

De Mariano Rajoy nada se puede decir puesto que nada hace. Don Tancredo habita en La Moncloa esperando a que se cumplan los plazos y haya que repetir las elecciones. De hecho, ya le ha confesado su deseo a varios líderes europeos.

De este escenario político, para mi desgracia, está fuera mi partido. UPyD está pendiente de una reestructuración interna que amenaza con dejarle definitivamente como un partido testimonial, como muchos otros que con empecinamiento concurren a las elecciones -todo mi respeto hacia ellos, pero evidentemente no es lo que deseo para UPyD-. El intento de hacer resurgir a un partido personalista sin la figura de su líder fundadora es titánico, de ahí que todos los esfuerzos y acciones de sus militantes deban ser bienvenidos. El inestable escenario político nacional anteriormente descrito requiere de todo el tesón y el ímpetu de la base upeidiana para mostrar a un partido creíble, útil, digno y responsable. No se puede dudar de que se precisan elevadas cualidades colectivas para hacer de UPyD el partido referente de la clase media que requiere máximo respeto al dinero que tanto le cuesta ganar y que paga en impuestos. UPyD las tiene y sabrá sacarle provecho porque cuenta con el pilar esencial sobre el que reconstruir el partido: la convicción en los planteamientos. La ronda de encuentros que Gorka Maneiro está teniendo con las bases de toda España así lo está poniendo de manifiesto.


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