Un camión publicitario con la imagen del presidente chino, Xi Jinping, recorre las calles de Melbourne. El símbolo de la hoz y el martillo y un fondo rojo brillante acompañan un montaje del líder chino votando por el Partido Laborista australiano. A su lado, las palabras “el PCC [Partido Comunista Chino] vota laborista”. Creado por el grupo lobbista conservador Advance Australia, el anuncio ha hecho subir las tensiones de cara a las elecciones nacionales del próximo 21 de mayo, en las que China se ha convertido en el tema principal del debate.
Todo empezó el pasado febrero cuando el primer ministro australiano, Scott Morrison, acusó al Partido Laborista de ser el preferido por Pekín para ganar las elecciones. Morrison fue más allá y tildó al líder adjunto de los laboristas de marioneta de China. El ministro de Defensa también ha afirmado que no tiene dudas de que el Gobierno chino quiere que el Partido Liberal de Morrison pierda las elecciones. Y aunque el embajador chino ha asegurado que su país nunca interfiere en asuntos extranjeros, Pekín tiene un largo historial de operaciones de influencia en la política australiana.
Financiación a políticos: la sombra de la influencia...
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Correo electrónico Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseñaDonaciones a partidos, chantajes y bases militares: la estrategia de China para noquear a Australia fue publicado en El Orden Mundial - EOM.