El magnate estadounidense Donald Trump durante el anuncio de su candidatura en Nueva York. (EFE)
Alguien escribió en Twitter este viernes: “Nos atacó Donald Trump. Nos defendió Maduro y luego Maná. Ha sido una pésima semana para los mexicanos, por donde se mire.” Y es que el martes de esta semana el magnate multimillonario Donald Trump anunció que aspira a la nominación republicana a la presidencia de su país, momento en el que durante su discurso arremetió contra México y los mexicanos diciendo una salvajada tras otra.
Aunque ha expresado en varias ocasiones su deseo de estar en la Casa Blanca en las últimas dos décadas –Trump tiene ya 69 años- el martes fue la primera vez que lo hizo de manera oficial.
“Cuando México envía su gente, no está enviando su mejor gente. No te están enviando a ti, están enviándonos gente que tiene muchos problemas y que los están trayendo con ellos. Traen drogas, crimen. Son violadores, y algunos, imagino, son buena gente”. Con estas palabras Trump quiere hacer América grande otra vez, Make America Great Again, como dice el eslogan de su campaña.
Y una de sus ideas para que eso ocurra no es ni más ni menos que la de construir un muro a lo largo de la frontera con México. “Construiré un gran, gran muro y haré que México pague por él”, dijo. Al poco de terminar sus 45 minutos de palabrería, el ministro de gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong tachó su diatriba contra México de “absurda y parcial” y advirtió a Trump que ignora las contribuciones que los inmigrantes residentes en Estados Unidos hacen a su país.
Trump ignora, por ejemplo, lo que dice el propio departamento de Estado de Estados Unidos en su página web: “El ámbito de las relaciones México-Estados Unidos es amplio y va más allá de las relaciones diplomáticas y oficiales. Implica extensos lazos comerciales, culturales y educativos, con cerca de 1,4 millones de dólares de comercio bilateral y cientos de miles de cruces legales de frontera cada día. Además, un millón de ciudadanos estadounidenses viven en México. Los turistas de Estados Unidos a México ya son más de 20 millones en 2013 haciendo México el principal destino de los viajeros estadounidenses. Turistas mexicanos a los EEUU fueron más de 14 millones en 2013, y gastaron un estimado de $ 10,500,000,000”.
Entre los hombres más ricos del mundo
“No necesito el dinero de nadie, me basta con mi propio dinero, no necesito los lobbies ni los donantes”, dijo Trump. De eso no tenemos ninguna duda. El magnate inmobiliario –conocido también por su reality show The Celebrity, donde humilla a jóvenes aspirantes a hacerse un sitio en el mundo de los negocios- repitió en varias ocasiones lo rico que era durante el discurso que pronunció desde la torre de su propiedad, la Trump Tower, en Manhattan, Nueva York. Según él mismo admitió, su fortuna es de unos 9.000 millones de dólares, una cifra que se contradice con la de revista Forbes, que calcula en más de la mitad, 4.100 millones. Entre sus posesiones está el número 40 de Wall Street o un resort de golf en Miami. Además la marca Trump sigue creciendo con el merchandising de libros, conferencias o eventos como Miss Universo. Es difícil para él entender entonces cuáles son los problemas en el mundo real fuera de la marca Trump.
La inmigración, un tema clave en las presidenciales de 2016
Según el Pew Research Center, el porcentaje de población latina ha crecido de un modo muy significativo en los últimos años. Hoy, los latinos representan un 17% de la población de Estados Unidos y según las previsiones de la Oficina Censal del país del año pasado, este porcentaje llegaría al 28,6% en 2060.
Los mexicanos son la nacionalidad mayoritaria entre los residentes latinos en Estados Unidos. En 2008 representaban el 65.7% mientras que en los últimos años ha caído levemente el porcentaje para situarse en el 64.1%.
Por suerte la probabilidad de que gane la nominación Donald Trump y termine siendo el candidato del partido Republicano que se enfrente a Hillary Clinton es muy baja. Por desgracia, la visión de Trump sobre la inmigración Mexicana es popular entre los sectores republicanos y la defensa o la crítica de la inmigración es desde la presidencia de Obama un tema central para la captación de voto en Estados Unidos.