Como era de esperarse, el cerdo de Trump, tarde o temprano, mostraría una acción para lograr popularidad, y así poder conseguir ventaja en las próximas elecciones. Como sus anteriores y descabelladas medidas sobre inmigración ,que poco le importó las consecuencias que violaban los derechos humanos más elementales, hasta llegar al extremo de enjaular seres humanos, esta vez, «se le pasó la mano» y está llevando, a la humanidad, a una Tercera Guerra Mundial y, asimismo, a su nación a una escalada de ataques terroristas, dentro y fuera de suelo estadounidense; similar a los realizados el 11 de septiembre de 2001, por los grupos fundamentalistas de Al-qaeda que costó la vida de más de 5,000 seres humanos. La madrugada de este viernes, por órdenes de Donald Trump, el General Qasem Soleimani, Comandante de la Fuerza de Élite Al Quads de La Guardia Revolucionaria Iraní, de 62 años, fue asesinado a través de disparos de proyectiles realizados desde drones, en el Aeropuerto de la ciudad de Bahdad, Iraq. En el «exitoso» ataque también falleció el líder miliciano, Mehdi Al Muhandis. La magnitud de estos asesinatos es gravísima, pues Soleimani fue el arquitecto de la inteligencia y fuerzas militares de Irán y era considerado el segundo en importancia después del Ayatolá. Según fuentes informativas, los restos de ambos personajes quedaron reducidos a cenizas y la identidad del General, solamente, pudo ser identificado por un anillo que portaba. He aquí la justificación de Trump, en sus mismas palabras: «Soleimani estaba planeando ataques siniestros e inminentes contra diplomáticos y personal militar estadounidense, pero lo descubrimos en el acto y terminamos con él». La reacción del Líder Supremo Iraní, el Ayatolá Alí Jamenei se puede constatar en las siguientes palabras: » Su marcha hacia Dios no pone fin a su camino o su misión, pero una poderosa venganza aguarda a sus criminales que tienen su sangre y de los otros mártires de anoche en sus manos». ¿Quién le cree al cerdo patólogico de Trump?. Él es una asquerosidad de ser humano a quien el dinero lo ha convertido en el más pútrido individuo. A esta detestable y abominable bazofia y engendro del mal, no le importa sacrificar miles de seres humanos que, seguramente, morirán por actos terroristas. A él lo único que le interesa es ganar la próxima elección y continuar aumentando su maldita personalidad ególatra. Para él, el obtener más y más poder es lo único valioso y, para lograrlo, le tiene sin cuidado llevar a su mismo pueblo a ser masacrado por los insensibles e irracionales fundamentalistas. Una sencilla pregunta: ¿por qué no discutió lo que pensaba hacer con sus compañeros de los dos partidos, republicanos y conservadores, antes de lanzarse a realizar una acción que traería consecuencias muy desastrozas?. No lo hizo, simplemente, porque es una persona autoritaria y prepotente, que siempre cree tener la razón. Pareciera que para el señor Trump, «el fin justifica los medios», y , para él, su único fin es el poder.