La lógica democrática del mundo resulta bastante difícil de comprender. Al menos para mí un ciudadano común de este mundo. Igual que resulta difícil de comprender porque ahora que en “No Creas Nada” cuando tengo más seguidores y he ascendido de nivel, me pagan menos por igual número de visitas. Pero esto es otro tema. Sigamos con la “lógica democrática del mundo” y el “caso Venezuela” como ejemplo. Para dar un toque de humor, he querido parafrasear con el título de mí escrito, aludiendo a la conocida película del cine mexicano “No me defiendas compadre”, y tratar de hacer mas llevadera la labor de analizar la dramática situación venezolana y quizás latinoamericana.
Con la mayor sinceridad puedo decir que dados los hechos, el Gobierno venezolano encabezado por Nicolás Maduro ha demostrado ser bastante ineficiente, los signos y las consecuencias de la corrupción son inocultables, el deterioro de la infraestructura también. En general puede decirse que del “buen momento económico” vivido desde aproximadamente el año 2005 hasta inclusive el año 2010 no queda nada, o casi nada. Bajo la realidad actual, es impensable que en esos años en las estaciones de servicio, además de gasolina para los vehículos también se podía comprar pernil a precios verdaderamente accesibles en época navideña. La realidad económica venezolana ha dado un vertiginoso vuelco negativo.
Es evidente la responsabilidad del actual Gobierno por su ineficiencia y corrupción. Y probablemente ya la mayoría de los venezolanos habrían decidido salir del Gobierno que encabeza Nicolás Maduro, pero al parecer para desgracia de sus ciudadanos apareció Donald Trump como su gran y paradójico salvador. Y es que el muy torpe y arrogante Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica se ha dado a la tarea de imponer una serie de sanciones económicas a Venezuela, que más allá de sus gobernantes, perjudican claramente al pueblo venezolano. El torpe y arrogante accionar del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, ha hecho que una importante mayoría de los venezolanos lo identifique como su enemigo o, en el mejor de los casos, como no interesado verdaderamente en su bienestar.
En esta dramática situación histórica, esa importante mayoría de venezolanos se ha inclinado por quedarse con “el mejor” de los malos o, lo que equivale a decir, prefiere el menos malo. La reacción social analizada objetivamente sin pasión política parece tener su lógica ¿A quién se le puede ocurrir que impidiendo a Venezuela vender para obtener divisas se perjudica a su Gobierno? ¿A quién se le puede ocurrir que una amenaza de intervención militar puede ganar adeptos? Efectivamente hay venezolanos que en su desesperación económica y anti-gobierno lo ven como una salida, pero son una minoría cada vez mas pequeña. Por los “vientos que soplan” la mayoría de venezolanos ha decidió aguantar estoicamente las dificultades hasta la llegada de tiempos mejores.
Y se puede profundizar en el análisis. La torpe y arrogante postura del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica considerando una acción militar contra Venezuela, ha “puesto en la mesa” la participación de una coalición de países Latinoamericanos ¡Hay que ser verdaderamente torpe para proponer esto! Jefes militares de países como Brasil, Argentina y Colombia ya se han manifestado públicamente en contra de esta idea. Todos los países latinoamericanos enfrentan sus propios y grandes problemas como para ir a aventuras militares. El torpe y arrogante accionar del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica esta logrando ahora a nivel Latinoamericano, que sus militares y ciudadanos en general, lo vean como una verdadera amenaza a su paz y su seguridad.
Podemos mencionar otro aspecto importante. El Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica ha quedado a la mirada de la mayoría (no de todos por supuesto) como una administración forajida, que literalmente roba a otros países, quita y pone presidentes, es decir, ha quedado como un Gobierno dictatorial a la mirada de una importante mayoría de venezolanos y latinoamericanos. Lo que tanto criticó al gobierno de Hugo Chávez, las expropiaciones, ahora lo hace el propio gobierno estadounidense al “confiscar” CITGO, la empresa dependiente de la estatal venezolana PDVSA. ¿A quién se le puede ocurrir esto? ¿Se podrá ser más torpe? Por eso estoy cada vez mas seguro de aquello que escribí en este mismo portal bajo el título de “Donald Trump, al mejor estilo de Hugo Chávez”.
En fin, Venezuela y el mundo transitan caminos muy complicados y peligrosos en los que, parece más urgente y necesario cada vez, apostar por seguir el único camino seguro, el de la paz y la fe en Dios, el camino de Cristo el redentor. Esta quizás sea la única afirmación valedera en los tiempos que corren, cultivar la fe, más allá de religiones y miserables posturas políticas, cultivar la fe en Dios creador de todas las cosas.